27 agosto 2003
Pekín, (EFE).- La primera jornada de conversaciones entre las dos Coreas, Estados Unidos, China, Japón y Rusia para solucionar la crisis nuclear en la península coreana, concluyeron hoy en Pekín tras presentar cada parte sus propuestas dispares.
Tras las negociaciones de hoy, amparadas en un ambiente de cordialidad y optimismo, los dos países implicados directamente en la crisis nuclear, Corea del Norte y Estados Unidos, manifestaron sus puntos de vista opuestos. Pyongyang exigió que Washington "ponga fin a su reticente hostilidad y garantice un pacto de no agresión" para no convertir a Corea del Norte en un segundo Iraq.
A su vez, Estados Unidos afirmó que no cederá al "chantaje de Corea del Norte para proporcionarle ayuda económica y terminar con el bloqueo, por lo que Pyongyang debe desmantelar cuanto antes su programa nuclear".
Por su parte, Japón, único país del mundo en el que se han utilizado bombas atómicas en tiempos de guerra, exigió a los representantes de las demás naciones reunidas en Pekín que no permitan que Corea del Norte desarrolle armas nucleares.
Además, los delegados nipones aprovecharon la reunión de hoy para pedir a los norcoreanos explicaciones por los secuestros de ciudadanos japoneses en la década de 1970 y pruebas de que tanto ellos como sus descendientes se encuentran bien.
Corea del Sur, angustiada por el rearme nuclear de su vecino, mostró su postura de ayudar económicamente a Pyongyang con intercambios comerciales y ayudas del Banco para el Desarrollo de Asia, todo ello destinado a una hipotética futura reunificación, a cambio de un desmantelamiento nuclear en el país.
China, país situado en una posición comprometida por el tradicional apoyo a Corea del Norte y el actual acercamiento a Seúl, se decantó por el diálogo para lograr la paz y una península coreana libre de armas nucleares.
Sin embargo, todos los participantes coinciden en señalar que estas conversaciones no son más que el comienzo de un largo proceso, por lo que no se espera que se alcancen acuerdos concluyentes, aunque su continuidad supone de por sí un gran éxito.