Reuters
Madrid, España.- Los ministros y viceministros de Economía iberoamericanos reunidos ayer en Madrid dijeron que América Latina atraviesa una recuperación tras haber sufrido su peor recesión en dos décadas, pese a que el Fondo Monetario Internacional redujo su pronóstico de crecimiento para la zona a un débil 1.1 por ciento este año.
?Las economías latinoamericanas se encuentran en una situación de recuperación económica y se abre una perspectiva económica positiva para los próximos años?, dijeron los funcionarios en un documento divulgado luego de un encuentro preparatorio para la cumbre de presidentes iberoamericanos que se celebrará en noviembre en Bolivia.
Con el ministro de Economía español, Rodrigo Rato, como anfitrión, a la reunión asistieron representantes de 16 países americanos y de Portugal, aunque algunos pesos pesados, como Brasil, Argentina y México, enviaron a funcionarios de la segunda línea ministerial o a diplomáticos, y El Salvador, Nicaragua, Panamá y Venezuela no estuvieron presentes.
Mientras los ministros analizaban la situación latinoamericana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunciaba una reducción a 1.1 por ciento desde 1.5 por ciento en su estimación de crecimiento económico para la región, que en 2002 se contrajo 0.1 por ciento en su primera recesión en unos 20 años por las crisis de Argentina, Brasil, Venezuela y Uruguay.
El organismo multilateral justificó el recorte de su estimación por incertidumbres políticas y financieras que hacen muy ?frágil? la recuperación de la zona.
Sin embargo, el ministro de Hacienda de Bolivia, Javier Comboni, resaltó en una conferencia de prensa que ?se ve en varias economías de la región una recuperación y en 2004 el crecimiento va a ser más alto?.
El Fondo Monetario Internacional estimó que Latinoamérica se expandirá 3.6 por ciento el año próximo.
La cifra, sin embargo, es poco significativa para las necesidades de crecimiento que tiene una región con unos 200 millones de habitantes casi en la miseria y fuertes necesidades de inversiones en varios campos, como el de infraestructura.
Con una alta dependencia de los flujos de capitales para su crecimiento, Latinoamérica se expandió a tasas saludables durante los años ?90, motorizada por los fondos que atraían sus programas de privatizaciones y un mercado de capitales receptivo a sus bonos.
Pero la crisis asiática de 1998 generó una ola de incertidumbre sobre las naciones emergentes que redujo drásticamente el acceso al financiamiento latinoamericano, catapultando crisis como la de Argentina y Brasil.