París (EFE).- El presidente francés, Jacques Chirac, y el jefe del Ejecutivo español, José María Aznar, expresaron hoy su objetivo común de lograr el desarme de Irak, aunque reconocieron que mantienen divergentes puntos de vista sobre los medios para lograrlo y sobre la necesidad de una nueva resolución de la ONU.
El presidente francés subrayó que su país considera que hay una posibilidad de lograr el desarme de Irak por la vía pacífica de las inspecciones de Naciones Unidas, e hizo hincapié en que "la guerra no es inevitable" al tiempo que aseguró que "estamos opuestos a toda nueva resolución".
Por su parte, el jefe del Ejecutivo español defendió el proyecto de resolución presentado hace dos días por Estados Unidos, el Reino Unido y España ante el Consejo de Seguridad de la ONU para "garantizar" que el asunto siga tratándose en el seno de Naciones Unidas y también para ejercer la "máxima presión" sobre Sadam Husein.
Esa presión, a su juicio, es el mejor medio para "garantizar la solución pacífica que todos deseamos".
Preguntado por el plan canadiense de compromiso entre el proyecto de resolución firmado por EEUU, España y Reino Unido y el memorando franco-ruso-alemán para acelerar las inspecciones, Chirac afirmó que la postura de Francia es "simple".
"No hay ninguna razón que justifique salir de la resolución 1441" por lo que "estamos opuestos a toda nueva resolución", dijo.
Aznar recordó el acuerdo al que llegaron los Quince en el Consejo extraordinario celebrado en Bruselas para analizar la crisis de Irak y dijo que ese texto demuestra el objetivo común de lograr el desarme, respetar las resoluciones de Naciones Unidas y combatir las armas de destrucción masiva y el terrorismo.
El presidente del Gobierno español resumió su posición en este asunto en tres ejes: la necesidad de que la crisis siga siendo gestionada por la ONU, lograr el mayor consenso posible y ejercer la máxima presión sobre Irak, que es la mejor garantía para lograr un solución pacífica.
"La responsabilidad de la situación y sus consecuencias recae íntegramente" sobre Sadam Husein, recalcó el jefe del Ejecutivo español.
El proyecto de resolución presentado por Washington, Madrid y Londres afirma que Irak ha desaprovechado la última oportunidad que suponía la resolución 1441 de Naciones Unidas, lo que, en la práctica, abre la puerta a una posible intervención armada.
Francia sigue apostando por la vía de las inspecciones para desarmar a Irak, mientras dé resultados, aunque su ministro de Exteriores, Dominique de Villepin, descartó hoy que París use por ahora su derecho de veto en el Consejo de Seguridad.
Al margen de las discrepancias sobre Irak, Chirac y Aznar recalcaron que no hay ninguna divergencia en los asuntos bilaterales, que fueron los primeros abordados en el almuerzo de hoy, y que sus posturas son sumamente próximas en cuanto a los trabajos de la Convención para el futuro de la Unión Europea.
"No hay ninguna divergencia de puntos de vista" en asuntos bilaterales, afirmó Chirac, mientras que Aznar dijo que la cooperación bilateral "marcha perfectamente".
El presidente del Gobierno español agradeció especialmente la colaboración de Francia en la lucha contra el terrorismo en general y en particular, en España, e insistió en la importancia de la cooperación internacional en este combate.
En cuanto a la Convención sobre el futuro de la UE, ambos destacaron sus visiones muy parecidas, en palabras de Aznar, y soluciones "sumamente próximas", según Chirac.
El presidente francés agregó que es probable que junto con Alemania y el Reino Unido, los dos países lleguen a una contribución común o muy próxima sin precisar en qué ámbito.
Según fuentes francesas, París y Madrid han estado trabajando en una contribución común en materia de justicia y policía para la Convención presidida por Valery Giscard d'Estaing.
Aznar aseguró que no va a haber ninguna dificultad entre los dos países respecto a la Convención, aunque advirtió de que habrá que llegar a acuerdos y adoptar posiciones "flexibles" sobre la base de una unión política y económica más fuerte y al servicio de los ciudadanos.
Desde el Elíseo, Aznar se trasladó hasta al aeropuerto para regresar a Madrid en vísperas de su entrevista con el Papa en Roma y de la reunión que mantendrá el viernes con su colega británico, Tony Blair.
Jean-Pierre Raffarin, afirmó que una nueva resolución de la ONU sobre Irak no se justifica en las circunstancias actuales, al tiempo que advirtió que una guerra "dividiría" a la comunidad internacional.