EFE
JERUSALÉN.- La distribución de millones de copias del Acuerdo de Ginebra ha comenzado ayer en Israel con el objetivo de despertar al adormecido campo de la paz, mientras en la Autoridad Nacional Palestina (ANP) su principal promotor, Yasser Abed Rabo, llamaba al liderazgo palestino a adoptar como suya esta iniciativa.
Más de dos millones de copias del llamado Acuerdo de Ginebra, llegaron ayer a los ciudadanos israelíes en sus buzones, en una campaña sin precedentes a favor de la paz y cuyo objeto es revelar al público que “el león no es tan fiero como lo pintan”, en palabras de Uri Zaki, portavoz del principal promotor de la iniciativa en Israel, el ex ministro laborista Iosi Beilin.
El documento, de 47 páginas, será lanzado oficialmente el primero de diciembre como iniciativa de paz para solucionar el conflicto entre israelíes y palestinos, en un acto que tendrá lugar en Ginebra.
“Ciudadanos israelíes, que habéis sabido afrontar incontables guerras y atentados terroristas, podréis encontrar en las siguientes páginas la alternativa para llegar a una paz duradera con el pueblo palestino, y a la seguridad verdadera en vuestra tierra histórica”, dice el escritor David Grosman como prólogo al documento que lleva por título “Iniciativa de Ginebra: Un modelo de acuerdo permanente entre israelíes y palestinos”.
El Acuerdo de Ginebra contiene la solución a un conflicto mediante un intercambio histórico de concesiones.
En ese sentido, los israelíes se retirarían de Gaza y de la casi totalidad de Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, y dentro de ésta renunciarían a la soberanía sobre la Explanada de las Mezquitas o Monte del Templo. Por su parte, los palestinos cederían de forma casi absoluta en el derecho de retorno para cerca de cuatro millones de refugiados palestinos que viven en la diáspora.
“Lo que esperamos es que cada uno afronte la realidad de tal manera que vea que este documento sirve a los intereses israelíes y palestinos”, agregó Zaki, quien dijo que en el lado palestino el texto ya se fue dado a conocer la semana pasada.
Una campaña con la que insisten en defender “el derecho sagrado del retorno para los refugiados”, porque “la iniciativa de Ginebra cede nuestra postura nacional sobre que Israel es responsable por la deportación y expulsión de los refugiados durante más de 55 años”, según el texto de una petición con la que estos grupos han comenzado a pedir las firmas de los ciudadanos en Cisjordania y Gaza.
La iniciativa ha recibido el apoyo logístico y financiero de varios Gobiernos, entre ellos el de Suiza y Jordania, pero han sido muchos los que han extendido su respaldo a un plan que trata de emerger desde la sociedad civil.
“La implicación de las sociedades civiles, tanto la israelí como la palestina, me parece particularmente importante. Efectivamente vuestro empeño está en línea con un reciente llamamiento de la UE para promover la causa del acercamiento y la paz”, recoge una carta de apoyo enviada por la ministra española de Exteriores, Ana Palacio, a la oficina de Beilin.
Aún así la ministra expresa la necesidad “urgente” de aplicar la visión expuesta en el “Mapa de Ruta” como salida más conveniente al conflicto entre los dos pueblos, visión en la que Palacio ve el Acuerdo de Ginebra como un instrumento “complementario de gran utilidad”.
“Por problemas logísticos en los territorios palestinos, allí se ha dado a conocer principalmente por medio de la prensa, donde el texto fue publicado la semana pasada en su totalidad”, agregó.
Con motivo del lanzamiento de la iniciativa en Israel, Abed Rabbo ayer a una cumbre del liderazgo palestino para hacer suyo el documento.
“Esta cumbre debería defender un plan de paz y dejar abiertas las puertas a la paz”, dice Abed Rabbo en declaraciones que publica hoy el diario “Al-Quds”.
Pero a la vez que Beilin y Abed Rabbo, con sus respectivos grupos salían a la calle con esta iniciativa, un número de comités comunitarios e instituciones palestinas semi-oficiales comenzaban una campaña en contra del documento.