EL PAÍS
Bogotá, COLOMBIA.- El polémico ministro del Interior y Justicia colombiano, Fernando Londoño, dimitió ayer tras generar una tormenta política al declarar que el presidente del país, Álvaro Uribe, estaba dispuesto a renunciar y a adelantar las elecciones si no contaba con el respaldo del grupo del Partido Conservador en el Congreso.
La afirmación la hizo en una reunión privada con parlamentarios de este partido, que fueron grabadas por un periodista. “Si ustedes toman la decisión de lanzarse a la oposición estaríamos en una crisis política que no podría resolverse sino con elementos extremos que el presidente ha considerado, inclusive el de anticipar las elecciones”.
De inmediato Uribe lo desmintió: “Me quedan casi seis años sumando los tres de día y los tres de noche”. La salida del ministro complica aún más el difícil panorama político tras las dos derrotas sufridas por Uribe en las urnas -el referendo y las elecciones regionales-, y rompe la decisión férrea del presidente de mantener a sus ministros durante los cuatro años de su Gobierno. Londoño fue cuestionado desde su nombramiento por sus declaraciones. Además, ayer fue multado con 53 millones de pesos (unos 25, 000 dólares) por irregularidades en la transferencia de acciones a una empresa estatal.