Segunda y última parte
Es obligación de todos fomentar una cultura de apoyp
Torreón, Coah.- La eliminación de barreras arquitectónicas es un objetivo común de organismos y asociaciones civiles, pues dificultan la integración de las personas con capacidades diferentes a la sociedad.
Y es que la mayoría de los obstáculos se encuentran en dependencias municipales, estatales y federales. En consecuencia se ven impedidos para realizar actividades sencillas como pagar un recibo de agua o el Impuesto Predial.
De acuerdo a la Ley para el Desarrollo Integral de las Personas con Discapacidad del Estado de Coahuila, se consideran barreras arquitectónicas todos aquellos elementos de construcción que dificulten o impidan el libre desplazamiento en espacios interiores o exteriores del sector público, social o privado a personas discapacitadas así como el uso de instalaciones, debiendo consecuentemente regularse el diseño de los elementos arquitectónicos y urbanísticos.
Para David Omar Sifuentes Bocardo, segundo visitador de la Comisión de Derechos Humanos en el Estado de Coahuila, existe un total desconocimiento por parte de la ciudadanía sobre las leyes que protegen y dan derechos a las personas con capacidades diferentes.
La eliminación de barreras arquitectónicas es uno de los objetivos del organismo y para ello se promoverá una campaña de concientización entre la ciudadanía. Se trata de que los espacios que ya existen, como los cajones de estacionamientos exclusivos, sean respetados.
“Tienen derechos como cualquier mexicano y la garantía de poder acceder a la educación y salud. Nosotros debemos facilitarles la vida eliminando las barreras arquitectónicas a través de la creación de rampas en las esquinas de las banquetas”.
Sifuentes Bocardo reconoce que es difícil que las dependencias públicas adecuen los inmuebles por la falta de recursos económicos, sin embargo hay acciones que se pueden llevar a cabo a favor, como instalar módulos especiales en las plantas bajas.
“Estamos trabajando con una comisión que se encarga de gestionar que la Ley para el Desarrollo Integral de las Personas con Discapacidad en el Estado de Coahuila se cumpla y para ello estamos programando una serie de actividades”.
El objetivo es comenzar con la difusión de una campaña para exhortar a la ciudadanía a crear una cultura de respeto a los espacios destinados para los discapacitados. Una meta más es dar facultades a los agentes de tránsito para infraccionar a los conductores que se estacionen en espacios destinados para la población con algún tipo de limitación.
“Queremos que en todas las dependencias que no tengan rampas las construyan, que las escaleras tengan pasamanos, las barreras arquitectónicas les impiden integrarse a la sociedad y nosotros tenemos que facilitarles las cosas”.
Sifuentes Bocardo asegura que no es necesario reformar la Ley porque contempla todos los derechos. “El problema es que mucha gente no la conoce o no la respeta”.
En el sector educativo, dice, hay avances importantes, incluso considera que es en las instituciones educativas donde se está generando una cultura de respeto. Hasta la fecha no hay ni una sola queja en la Comisión por negar el acceso a una persona con capacidades diferentes a la escuela.
También tienen derecho a los servicios médicos. La Comisión puede intervenir en caso de que la atención sea negada, pero para eso es importante interponer la queja correspondiente.
Capacidad rebasada
En el Centro de Rehabilitación Integral (CRI) Torreón, se proporciona atención para toda la población con o sin servicio médico. En promedio se atienden 150 personas por día con algún tipo de discapacidad física o mental.
Ana Leticia Gómez Larrañaga, directora del CRI Torreón, indica que los recursos humanos y económicos del centro son buenos, así como el equipamiento. Pero reconoce que la demanda está rebasando la capacidad.
Las personas con algún tipo de discapacidad, dice, reciben también apoyo de Organismos No Gubernamentales (ONGs) y asociaciones civiles. “Nosotros brindamos un buen servicio pero es tiempo de que el CRI crezca”.
La cultura de respeto ha ido cambiando poco a poco. “Los padres tienen valores y por el amor tan fuerte hacia sus hijos hacen esfuerzos por avanzar en la educación, en la sensibilidad de la sociedad, todavía falta por hacer pero ya no es como antes que hasta los escondían”.
La disfunción familiar, dice, se agrava cuando la discapacidad es física o mental, entonces el trabajo psicológico es mayor. “A veces no es que los padres de familia escondan a los pacientes, lo que pasa es que tienen muchos problemas por el comportamiento de esta persona para relacionarse porque son gente agresiva”.
Afortunadamente, dice, en la cuestión legal hay avances, sobre todo en la eliminación de barreras arquitectónicas. “Para ellos es frustrante no poder acudir a ciertos lugares porque no hay accesos, creo que esto tiene que cambiar y para eso se requiere de la ayuda de todos”.
Y añade: “es necesario que hagamos conciencia de que todos debemos ayudarnos, que vivimos en una comunidad donde todos podemos participar en el sector laboral, económico, no debemos cerrarle las puertas a nadie”.
El Taller de la esperanza
El taller de piñatas del DIF Torreón se ha convertido en una esperanza para las personas con capacidades diferentes. Son 20 integrantes y cada uno tiene una función específica de acuerdo a sus posibilidades.
En la actualidad elaboran 40 piñatas por semana gracias a la aceptación que han tenido, incluso hay gente que los visita en el DIF Compresora para realizar compras. Los precios son accesibles para que la gente de escasos recursos pueda adquirirlas.
Juan Ángel Guerrero González es integrante del taller. Las secuelas de la poliomielitis le impiden caminar bien. “La gente por sus prejuicios nos tiene relegados, pero somos capaces de realizar cualquier tipo de tarea, claro con limitaciones”.
Asegura que en el taller hay gente capaz, incluso hay quienes ya estudian. “Lo que pasa es que nos afecta el criterio de las personas que interpretan mal y que por su mala educación nos creen personas inútiles”.
La sociedad, dice, está muy cerrada y un ejemplo es que muchos ni siquiera son capaces de respetar los estacionamientos exclusivos para personas discapacitadas, por eso considera que hay pocos avances.
“Deberían tener conciencia que somos humanos, que pensamos y sentimos igual que todos, el problema es que tenemos una limitación, no deberían rechazarnos, a veces en los trabajos no nos quieren aceptar y tenemos que recluirnos en este tipo de talleres para salir adelante”.
Nuevos proyectos
El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en la actualidad proporciona atención médica y capacitación a 139 personas con capacidades diferentes. Además, implementó nuevos talleres como elaboración de piñatas, carpintería, entre otros.
La Coordinación de Trabajo Social es de reciente creación y tiene como responsabilidad llevar a cabo estudios socioeconómicos para saber qué tipo de apoyo proporcionarles.
“La idea es que no sólo pasen un momento de recreación sino tratar de mejorar su calidad de vida”, indica Juan Ángel Valle Lozano, director del DIF.
La desnutrición es uno de los problemas que afectan a las personas con capacidades diferentes, por eso el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia a través de una módica cuota de recuperación creó un comedor, los alimentos los preparan los padres de familia.
Algunos proyectos para el 2004 son: adquirir diez computadoras y una sala audiovisual, además, el DIF Estatal enviará una unidad de rehabilitación física y en consecuencia se contempla adaptar un área física y crear nuevos talleres ocupacionales.
lo público, para todos
Las leyes de Coahuila contemplan acciones para que los espacios de uso público estén pensados también para las personas discapacitadas.
Artículo 43.- Todos los estacionamientos deberán destinar un cajón por cada 50 o fracción para uso exclusivo de personas discapacitadas, lo que deberá ser debidamente indicado y estarán ubicados lo más cercano posible a la entrada de la edificación, en estos casos, las medidas serán de cinco por 3.80 metros.
Artículo 58.- En los sanitarios locales públicos deberá destinarse por lo menos un inodoro para uso exclusivo de personas con discapacidad por cada cinco o fracción, en este caso, las medidas de espacio serán de 1.70 metros por 1.70 metros. Y deberán colocarse pasamanos y elementos de ayuda para estas personas. La puerta debe tener 90 centímetros de ancho completamente libre y se debe abatir hacia fuera. El asiento de la taza debe encontrarse a 55 centímetros de altura a nivel de piso terminado y deberá ser de preferencia un mueble empotrado a la pared o de base remetida para facilitar el acercamiento de una silla de rueda.
Fuente: Reglamento de Construcciones para el Estado de Coahuila
COOPERACIÓN
La vida de las personas con capacidades diferentes sería más sencilla si la ciudadanía y las autoridades cooperaran con lo siguiente:
A la ciudadanía
- No depositar basura o escombro en las banquetas porque dificulta la circulación de sillas de ruedas.
- Los propietarios de casas o negocios que se encuentren en las esquinas podrían construir rampas.
- El costo incluyendo la mano de obra no rebasa los 500 pesos.
- Ayudar a personas con capacidades diferentes a cruzar las calles, subir a una banqueta, retirar los obstáculos del camino.
- Respetar las limitaciones de las personas con capacidades diferentes y no burlarse de ellos.
Al Ayuntamiento
- Retirar los puestos de vendedores ambulantes de las banquetas del centro de la ciudad.
- Construir rampas en todas las esquinas de las banquetas de toda la ciudad para facilitarles el acceso a cualquier lugar.
- Ejercer mano dura contra los automovilistas que se estacionen en cajones destinados para personas con capacidades diferentes.
- Rehabilitar las oficinas de las dependencias municipales para instalar rampas y construir los accesos necesarios para que puedan realizar cualquier trámite por sí mismos.
- No permitir la construcción de edificios nuevos sin accesos ni rampas adecuadas.
- Exhortar a todos los propietarios de edificios públicos o privados a adecuarlos con accesos y rampas.
- Iniciar una campaña de sensibilización y respeto para las personas con capacidades diferentes.
- Instalar módulos especiales en las plantas bajas de las dependencias.
- Obligar al transporte público tanto en modalidad de camiones como de taxis a adecuar las unidades para prestar el servicio a personas con capacidades diferentes.
Fuente: Integrantes del Taller de Piñatas del DIF Torreón