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MÉXICO, DF.- Representantes del gobierno mexicano despliegan una estrategia de diálogo sistemático directo con el Capitolio y la Casa Blanca, a favor de la legalización de al menos cuatro millones de indocumentados en Estados Unidos, señaló la Secretaría de Gobernación (SG).
La tarea de “facilitar canales de diálogo político de alto nivel” es parte del plan del gobierno del presidente Vicente Fox, por un acuerdo migratorio que vio derrumbarse, como un daño adicional de los atentados de septiembre 11, y que tienen su reflejo más reciente en este mes de expulsiones masivas de indocumentados.
El cabildeo con los congresistas de Estados Unidos será una tarea de la mayor importancia, para construir un ambiente favorable a la propuesta central de México, de “fronteras seguras”, indicó la Secretaría de Gobernación.
La conducción de los contactos con los congresistas de los partidos Republicano y Demócrata estará bajo la supervisión del secretario de Gobernación, Santiago Creel.
Para el próximo año entrante, el funcionario federal tiene previsto un encuentro con el secretario de Seguridad Interna de Estados Unidos, Tom Ridge, con quien ha planteado un acuerdo en el que los mexicanos pasen a trabajar por los puentes internacionales, documentados, y no por las áreas más inhóspitas y mortales del desierto de Arizona.
El cabildeo del Poder Ejecutivo mexicano en Washington se combinará con la relación política, ya abierta, con líderes religiosos e investigadores académicos del fenómeno migratorio que data de 150 años, y que cobró especial relevancia económica para México al subir, en lo que va del año, al segundo sitio en la lista de actividades generadoras de divisas.
La semana que concluyó el sábado, el Presidente mexicano visitó la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y por la oportunidad de coincidir en Nueva York con el mandatario de Estados Unidos, George Bush, se agendó una reunión de más de una hora, en la que se incluyó el tema migratorio. Sin embargo, la sesión bilateral se pospuso.
Mientras la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) reanudó sus protestas por la expulsión de mexicanos indocumentados con procedimientos reservados a delincuentes, como lo es el atarles las manos con metales.
Ante esto, la Secretaría de Gobernación replantea su política de vecindad segura, bajo la tesis de que la seguridad de Estados Unidos será más efectiva con flujos de personas plenamente identificadas.
Con la migración clandestina, Estados Unidos no sabe quiénes son los que han entrado a ocuparse en sus centros de trabajo, dónde están, ni cuántos son.