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MÉXICO, DF.- Hay personas que celebran su independencia todos los días, que se comprometen con su trabajo y que tratan siempre de ser coherentes entre lo que dicen y hacen.
Para demostrarlo, Regina Orozco no tuvo empacho en vestirse de hombre; Astrid Hadad literalmente se pone la camiseta del país y Susana Zabaleta, sin perder su personalidad, lució un sobrio rebozo con una actitud retadora que proyecta seguridad y optimismo.
Las tres, mujeres dicharacheras que aman su independencia, saben que todo en la vida cuesta y hasta ellas se vuelven dependientes por momentos, aunque sea de su propio trabajo y mundo.
Regina Orozco salud, dinero y diversión:
-¿Eres independiente en tu trabajo? -Mmmm, sí. En el primer planteamiento creativo sí, pero cuando exteriorizo los proyectos las cosas cambian, porque todos dependemos de todos.
-¿Y en el plano sentimental? -Ese es el más difícil, porque dependo mucho de todo lo que he aprendido a través de la vida. Trato de encontrar la independencia para amar a mi manera, sin depender de los prejuicios o valores que marca la sociedad.
-¿Cuáles consideras tus dependencias? -El dinero, para lograr ciertas cosas; la salud; a veces dependo de la gente -aunque no me gustaría que fuera así- en el plano afectivo y bueno, dependo de la risa para el trabajo que estoy haciendo actualmente (Los Monólogos de la Regina).
-Si no fueras mexicana, ¿qué nacionalidad elegirías? -Cualquiera de Sudamérica.
-¿Qué tan independiente eres en el sexo? -(Jajajajaja) La idea es ser independiente aunque estés con tu pareja y de esa forma hacer artimañas para lograr una dependencia en ese momento, donde se haga lo que les gusta a las dos personas.
Astrid Hadad con su independencia creativa:
-¿Cuáles son tus dependencias? -El trabajo, la salud, mis amigos, la gente que me rodea, mis amores y la comida, por supuesto.
-Y si no existiera México, ¿qué nacionalidad te gustaría tener? -No quiero más. Ser mexicana es lo mejor. Amo este país.
-¿Y en tu caso, tu labor profesional la desempeñas de forma independiente? -De alguna manera sí. Aunque totalmente creo que nadie puede hacerlo en ninguna parte del mundo. Sobre todo, vivo la independencia del lado creativo, que es lo más complicado.
-¿Será cierto que en nuestro país se puede trabajar independientemente? -Jajajajaja, pues ya lo dice Fox ¿no? Todos podemos tener nuestro changarrito (jajajaja) ustedes dirán: ¿Se puede o no?
-¿Cuál es tu día de independencia, dónde la vives? -Desde luego en el escenario. Sin embargo este 15 de septiembre a todos nos sirve para desfogar nuestras pasiones. Mira, el pueblo entero no tiene para pagar un sicólogo personal, así que en este día nos desahogamos y gritamos todo lo que queramos desde nuestro ronco pecho.
-¿Y cuál es el precio que se paga por ser independiente? -El de divertirme llorando.
-¿Y en el amor..? -Creo que nadie puede vivir una independencia total, además la dependencia en las relaciones son parte fundamental de esto.
-Por último, dinos ¿cuáles son tus símbolos personales de independencia? -El corazón, es mi símbolo favorito.
Susana Zabaleta pasión independiente:
-¿Cuál es el precio que se paga por ser una artista independiente? -Uyyy, muy caro, uno muy caro, porque no eres tan conocida como otros, pero bueno, también la recompensa es mayor porque puedes hacer realmente lo que quieres y no lo que quieren que hagas.
-¿Consideras que en México se puede trabajar de forma independiente? -No, es muy difícil hacer eso en cualquier parte. Recuerdo cuando todos se le fueron encima a Madonna por ponerse ese nombre (virgen).
-¿Siendo tan apasionada, ¿cuáles son tus dependencias? -México y todo lo que implica vivir aquí, como la libertad de expresión. Mi hija, la comida y mis amigos.
-Y tu independencia personal, ¿cuándo la celebras? -Diario, a todas horas. Siempre que puedo lucho por ella y sobre todo por ser coherente con lo que digo y lo que hago.
-¿Tienes tus propios símbolos relacionados con tu independencia? -Sí, las alas de la libertad y el corazón.
Si no fueras mexicana, ¿qué nacionalidad elegirías? -Uy, qué difícil. Creo que crearía mi propio país.