10 octubre 2003
WASHINGTON, (Reuters) - El déficit comercial de Estados Unidos se redujo en forma imprevista en agosto por una disminución en las importaciones, mientras que los precios mayoristas estuvieron controlados el mes pasado, de acuerdo con dos informes oficiales divulgados el viernes.
Los reportes sugirieron que la mayor economía mundial gana impulso, con escaso peligro inflacionario.
El déficit comercial de Estados Unidos disminuyó por quinto mes consecutivo en agosto, debido a que las importaciones de autos y partes de vehículos cayeron a su nivel más bajo en 20 meses, dijo el viernes el Departamento de Comercio.
Las cifras comerciales hicieron que los economistas subieran sus pronósticos de la expansión del Producto Interno Bruto (PIB) durante el tercer trimestre.
Sin embargo, los mercados mostraron escasa reacción ante los datos del viernes. Otro informe, del Departamento del Trabajo, dijo que los precios mayoristas se mantuvieron frenados en septiembre, salvo una fuerte alza de los alimentos.
El déficit comercial cayó a 39.200 millones de dólares, su nivel más bajo desde febrero, tras los rectificados 40.000 millones de dólares en julio. Los analistas encuestados antes del informe habían pronosticado que el déficit de agosto crecería a 41.300 millones de dólares.
Las importaciones totales de Estados Unidos durante el mes disminuyeron 2,5 por ciento, a 122.900 millones de dólares -el mínimo desde enero del 2002-, debido en gran parte a una caída de 2.300 millones de dólares en las importaciones de automóviles, motores y repuestos.
Las exportaciones bajaron 2,7 por ciento, a 83.700 millones de dólares, pero permanecieron en niveles relativamente altos.
Los analistas dijeron que la fuerte caída de las importaciones sugirió que los productores estadounidenses se beneficiaron en mayor medida del repunte del consumo que lo que se creía antes.
Algunos analistas dijeron que eso significa que el ritmo de la recuperación económica podría haberse acelerado hasta un ritmo anualizado de 5,5 por ciento en el tercer trimestre, que sería el más rápido desde fines de 1999, y resultaría un incremento desde el avance de 3,3 por ciento durante el segundo trimestre.
El último sondeo de la publicación Blue Chip, que los analistas siguen de cerca, mostró el viernes que los economistas ya estaban esperando una fuerte expansión a un ritmo anualizado de 4,9 por ciento para el período julio-septiembre.
Aunque algunos economistas dijeron que la baja del dólar finalmente podría estar reduciendo la brecha comercial estadounidense, otros advirtieron que la disminución de las exportaciones indica que la economía mundial sigue débil.
El déficit comercial bilateral de Estados Unidos con China, una cuestión que es sensible desde el punto de vista político para Washington, llegó a un récord mensual de 11.700 millones de dólares, el más alto alcanzado por un país con Estados Unidos.
Las importaciones del gigante manufacturero asiático también alcanzaron un récord de 13.700 millones de dólares.
Los manufactureros de Estados Unidos han sostenido que China se beneficia de una situación comercial injusta al mantener la paridad de su moneda -el yuan- con el dólar.
La Casa Blanca dijo el viernes que las autoridades del país seguirían presionando a China para que libere su moneda, lo que Washington considera como una barrera para el comercio justo.
"Seguiremos enfatizando la importancia del libre comercio con un campo de juego justo. Al presidente le preocupa nuestro sector manufacturero, en particular, donde ha habido pérdida de empleos", dijo el secretario de prensa de la Casa Blanca, Scott McClellan, en un informe a la prensa.
CRECIMIENTO SIN INFLACION
Por otra parte, el Indice de Precios al Productor (IPP) -que mide los precios pagados a granjas, fábricas y refinerías- subió 0,3 por ciento en septiembre, dijo el Departamento del Trabajo.
Los economistas de Wall Street esperaban que el índice se mantuviera sin cambios.
El alza de 1,2 por ciento en los precios de los alimentos, que reflejó una subida de más de 20 por ciento en el costo de las verduras, fue la razón principal para que el IPP avanzara más de lo previsto.
Excluyendo el alza de los alimentos y el moderado aumento de 0,1 por ciento en los costos de energía, los precios mayoristas se mantuvieron sin cambios el mes pasado. Los economistas privados esperaban que el llamado IPP subyacente subiera 0,1 por ciento.
El índice subyacente ha subido sólo 0,1 por ciento en los últimos 12 meses, lo que según los analistas sugiere la ausencia de presiones inflacionarias incluso a pesar de que se acelera el ritmo de crecimiento económico.