Los Angeles (EU), (EFE).- El talento de Salvador Dalí y de Walt Disney ha quedado por fin unido en Hollywood con el estreno de "Destino", cortometraje que esta surrealista pareja planeó hace 58 años.
Parecía una amistad imposible, la del estrambótico catalán creador del surrealismo con el estadounidense provinciano padre de la magia de los dibujos animados y de Mickey Mouse.
Sin embargo, desde que ambos se conocieron en una fiesta ofrecida por Jack Warner en Hollywood, cuando Dalí estaba trabajando en los decorados de "Recuerda", su amistad fue un hecho, superando incluso los avatares de esa obra conjunta que nunca pudieron llevar a la pantalla en vida.
Han tenido que pasar casi seis décadas para que estos siete minutos de animación disfrutaran de su estreno, tanto comercial como en Hollywood, dentro del Festival del Instituto de Cine Americano.
La cinta también ha sido presentada a competición en la categoría de mejor cortometraje de animación de los premios Oscar.
"Mi padre siempre estuvo encantado con Dalí, con su amistad y con su arte. Además reconocía su fantástica ejecución gráfica y su imaginación", ha declarado la hija de Disney, Diane Disney Miller.
Sin embargo, durante años esta ha sido la obra incompleta más fantástica guardada en los archivos de los estudios Walt Disney, concebida como uno de los cortometrajes musicales habituales tras la Segunda Guerra Mundial y abandonada por problemas financieros.
Dalí estuvo trabajando ocho meses, a finales de 1945 y principios de 1946, en este proyecto, adaptado de una balada del compositor mexicano Armando Domínguez e interpretado por Dora Luz, que ya había cantado el tema de "Los Tres Caballeros".
"Tuve la oportunidad de ver los dibujos y pinturas originales de Dalí para "Destino" y entendí que sería todo un reto el plasmar esa genialidad en movimiento", recuerda Raúl García, español y director de animación que trabajó en los estudios Disney.
Un reto que tuvo que esperar aún más tiempo, hasta que Roy E. Disney, sobrino de Walt y vicepresidente de la compañía, se interesó por esta obra para incluirla como uno de los fragmentos musicales de "Fantasía 2000".
"Ahí supe de boca de los abogados que no poseíamos legalmente las obras de Dalí, porque el contrato aseguraba que no pasarían a formar parte de la compañía hasta que se hiciera el filme", explica Disney.
Esta fue una labor difícil dado el tiempo transcurrido desde que Dalí realizó estos paneles, a los que les faltaba una numeración que facilitara su comprensión, de por sí surrealista, momento en el que los diarios de la esposa del pintor, Gala, fueron de gran ayuda.
En una entrevista, Dalí subrayó su fascinación por el béisbol como inspiración visual de esta obra, un juego del que "como individuo, no se nada, pero como artista, me obsesiona".
"Destino" fue el último trabajo realizado por los estudios Disney en su sede de París, dirigidos por Dominique Manfrey, antes de cerrar.
Su elaboración contó además con el trabajo de un nutrido equipo de talento español entre los que se cuentan Juanjo Guarnido, Javier Espinosa y Angela Iturriza.
Su narrativa, nada convencional, es un "collage" que une imágenes propias de un sueño en las que una bailarina va sufriendo diferentes transformaciones, que recuerdan tanto al mundo del baile como del deporte.
La imaginería de Dalí también está presente, incluidos sus relojes blandos, sus perspectivas forzadas y las sombras estilizadas en un paisaje desértico, además de sus hormigas.
Tras esta larga espera, "Destino" parece ahora abocado también a una larga vida, tras haber ganado premios en los festivales de Melbourne (Australia) y Rhode Island (EU) y tiene grandes posibilidades de ver coronada su historia con un Oscar.
Además, 22 de las piezas que Dalí diseñó para este filme formarán parte de la exposición "Dalí, Mass Media & Culture" que comenzará su andadura en Barcelona para conmemorar el primer centenario del nacimiento de este genio. EFE