San Antonio, (Notimex).- Una espada que se cree perteneció al general mexicano Antonio López de Santa Ana y una carta que escribió para agradecer a unos amigos su hospitalidad, fueron donadas a la biblioteca y museo de El Álamo, en San Antonio, Texas.
Las reliquias fueron entregadas esta semana por Harold y Connie Dawe, un matrimonio de octagenarios residentes de Denver, Colorado, luego de que las piezas pasaran años en la oscuridad, olvidadas entre las pertenencias familiares.
Los Dawe donaron las piezas este lunes a la organización Hijas de la República de Texas, a cargo del cuidado de la Misión de El Álamo, para que sean preservadas, estudiadas y exhibidas en la biblioteca y museo de este histórico lugar.
Harold Dawe, descubrió ambos artículos entre las pertenencias de sus padres luego de que ambos fallecieran hace más de 20 años.
Dawe dijo que sus padres pasaron una importante parte de sus vidas viviendo en México, donde su padre trabajaba como ingeniero minero, aunque nunca supo antes de su muerte que poseían estas antigüedades.
Dawe dijo no tener idea de cómo su familia tomó posesión de estos artículos. "Durante las revueltas (en México) las cosas eran vendidas o saqueadas. Alguien pudo habérselas dado, o tal vez ellos las adquirieron", indicó.
Kathleen Carter, presidenta del comité de las Hijas de la República de Texas, dijo que la donación de las piezas "es una de las cosas más emocionantes que nos ha pasado en mucho, mucho tiempo. Es maravilloso para Texas. Que es un museo sin artículos como estos".
Bruce Winders, historiador y curador del Museo de El Alamo, explicó que aun cuando se requiere terminar el estudio de los artefactos para garantizar su autenticidad, dijo creer que estos eran auténticos y relativamente raros.
La carta, fechada el 15 de noviembre de 1834, está escrita a mano y constituye una nota de agradecimiento y apreciación de parte del general a una familia que lo hospedó.
La espada mide aproximadamente un metro de largo y su hoja de acero tiene intrincados gravados. Su empuñadura está hecha de bronce y cubierta con un baño de oro. Se cree que fue un regalo conmemorativo hecho a Santa Ana.
El arma tiene una placa en la que se lee: "General Antonio López de Santa Ana 1829". Winders dijo creer que la espada le fue entregada al general mexicano después de 1829, año en que ganó reconocimiento en Tampico, siete años antes de que sus tropas sitiaran El Álamo.
Winders comentó que "la fecha 1829 se refiere probablemente a su victoria sobre España, en Tampico", y añadió que él (Santa Ana) comenzó a ser conocido como "el héroe de Tampico. Fue esto lo que lanzó su carrera presidencial".