FALTAN RELLENOS SANITARIOS EN LAS PEQUEÑAS POBLACIONES Y EN EL SECTOR RURAL
Luis Maeda Villalobos
Es deprimente el espectáculo que se ve a la salida de las ciudades, poblaciones y rancherías, con el tiradero de papeles, cartones, bolsas de plástico, vidrio y metales además de animales muertos y residuos alimenticios a cielo abierto. Esto además de lastimar la vista, constituye focos insalubres donde pululan las moscas, gusanos y otras alimañas, además de que el viento levanta y disemina material orgánico, polvos tóxicos, bacterias, quistes de parásitos, virus, pólenes y esporas de hongos, que afectan la salud de los habitantes.
Es fundamental que las autoridades federales y estatales de Durango y Coahuila tomen en serio el hecho, principalmente las direcciones de ecología municipales, quienes deben implementar programas educacionales sobre el medio ambiente sano y la Secretaría de Salud construya letrinas y pequeños rellenos sanitarios, para evitar la propagación de enfermedades en epidemias y proteger por otro lado, los recursos naturales. La importancia de los rellenos sanitarios, además de ser el depósito de residuos sólidos, tienen la ventaja cuando cumplen con las Normas Oficiales Mexicanas, de controlar por medio de una bitácora, aquellos desechos que se conocen como peligrosos -que comprenden los tóxicos, hospitalarios e infecciosos-, que no pueden ir mezclados con el resto de los urbanos y domésticos.
En la investigación de campo, no se podrá negar que por el lado de Coahuila, en lo que comprende la Región Lagunera, no existen rellenos sanitarios en las cabeceras municipales de Matamoros y poblados de su jurisdicción, Viesca, San Pedro de las Colonias, Francisco I. Madero, ni tampoco en Torreón y los ejidos que comprende. El hacinamiento en algunos casos es basura que se sepulta entremezclada con la peligrosa, lo que se convierte con el tiempo, en explosivas bombas, cuando no en focos de contaminación ambiental y de las aguas subterráneas.
Gómez Palacio y Lerdo no cuentan con rellenos sanitarios que llenen los requisitos de la Norma Oficial Mexicana, por lo que sólo son tiraderos de basura. En Villa Juárez, La Goma, La Loma, León Guzmán, Juan E. García, ranchos, ejidos y pequeñas propiedades de La Laguna de Durango, los tiraderos de basura son a cielo abierto, diseminando residuos por todos lados. Más allá vemos la estación Chocolate, Rojo Gómez, Torrecillas, Pedriceña, Velardeña y demás poblados, que tampoco tienen rellenos sanitarios y los papeles, el plástico, trapos, botellas y metales, ruedan por doquier. Da pena ver que Cuencamé, tan progresista, tenga, en vez de un relleno sanitario, un basurero humeante en forma permanente, por la quema de desechos y el panorama deprimente, deja ver residuos que van extendiéndose progresivamen-te, por lo que hace falta que las autoridades contemplen desde luego, construir un relleno sanitario, para evitar el perjuicio al medio ambiente y los pueblos aledaños. En Peñón Blanco, como en Yerbanís, un relleno sanitario, evitará focos antihigiénicos, además del espectáculo feo de ver la basura por todos lados.