La biofilia
Luis Maeda Villalobos
Es un término que aparece desde el siglo V a.C. Da a entender el amor a los seres vivos y al que Siddartha Gautama le da importancia operante en su doctrina, sobre el desarrollo y perfeccionamiento del hombre.
Desde el punto de vista biológico y de la ecología general, es digno de tomarse en cuenta, en virtud de que en la Naturaleza nada está de más ni de menos, en un engranaje armónico y de eso, las cadenas biológicas son el mejor ejemplo.
La manifestación del mundo real lo percibe el hombre, gracias a su cerebro, en un mecanismo donde intervienen los sentidos –sensorio-, con impresiones que son elaboradas e interpretadas por este órgano y dan idea de las infinitas formas constitutivas del Universo. El conocimiento conforma una conciencia, el saber el humano de su existencia como un ser vivo, rodeado de otros seres animales y plantas que son también seres vivos. Hablamos de vida, concepto que sigue siendo un enigma para la ciencia, pues los más eruditos biólogos e investigadores científicos, como Teilhard de Chardin suponen hipótesis interesantes que requieren comprobación. El sabio francés en su libro “El fenómeno humano” sintetiza el origen de los seres vivos desde el caos, el ordenamiento casual de átomos para formar moléculas cada vez más complejas, hasta que un día aparecen las moneras y luego células nucleadas con cadena de nucleótidos, azúcares (ribosa) y fosfatos (DNA) que por ello son capaces de reproducirse en espejo. Luego vienen los metazoarios y pluricelulares a formar la biota terrestre (plantas y animales) en una gran diversidad.
Las morfologías van cambiando en un proceso dinámico (evolución), como manifestación de un modelo genético, mientras los vestigios de un sistema nervioso se van estableciendo con los reflejos simples o irritabilidad, hasta un cerebro reptíleo, luego mamífero y llegar así hasta el cerebro humano que piensa y razona.
Por otro lado, curiosamente nada en la Naturaleza está de más ni de menos, repito, y sus componen-tes orgánicos y minerales, juegan un papel importante en las cadenas biológicas que siguen leyes naturales inmutables que no pueden fallar.
Al no comprender a la Naturaleza, actualmente se pierden once especies de animales cada hora en el mundo, mientras los bosques se exterminan y se modifica peligrosamente el medio ambiente con sus ciclos y recursos naturales por la falta de biofilia, que es el amor a los seres vivos.