La sed del mundo
Es de alta preocupación mundial, la escasez progresiva de agua potable y eso ha motivado que la mayor parte de los países investiguen las mejores técnicas de proveerse del recurso por el incremento de las necesidades, en el uso doméstico, industrial, agropecuario y urbano.
Consultando un tratado sobre el tema, conocimos el de Cyril Gomella de la Nueva Colección Labor y realmente nos sorprendió la forma cómo se encuentra la situación mundial y las alternativas sugestivas en la solución del problema de la suplencia de agua para los distintos usos. Gomella habla cómo en los relatos tradicionales, los pueblos indoeuropeos consideraban el agua como un factor primordial, elemento que en diversas formas sustenta la vida en el planeta. Los ríos, arroyos, lagunas, lagos, estanques y hasta los mismos pantanos, se vieron poblados debido a que agua y vida son inseparables. Independientemente de los relatos y pensamientos míticos, el agua, dice Gomella, en la Edad Media encerraba parte de la verdad y de la voluntad divina y así, agrega, el río Ganges fue santificado por los hindúes, el Nilo por los egipcios, el Rhin por los germanos y el Danubio por los eslavos. El simbolismo ha sido el apoyo a los fundadores de las religiones, con el pensamiento de que el agua es purificadora de los cuerpos y de la moral y como ejemplo pone la práctica de las abluciones santificantes prescritas por Zoroastro, por Mahoma y por Moisés como purificantes y en la religión cristiana, el misterio del bautismo es fijado por la inmersión en agua bendita.
El hombre moderno, llevado por la civilización, la técnica, la ciencia y el racionalismo y satisfecho por el poder que tiene sobre algunas cosas terrestres, ha perdido el respeto un tanto supersticioso que se le tenía al agua, por lo menos en los países desarrollados, en donde domesticada y sometida, se encuentra a su disposición con largueza en cualquier lugar y momento. Usa y abusa del agua como si fuese eterna y la consigue abundante y barata, la derrocha sin preocupación alguna y luego se siente inclinado a acusar del desacato al gobierno y a las autoridades que manejan el recurso. Todo por la imprevisión, la debilidad de las haciendas públicas o su mal empleo, sin ocurrírsele pensar que puede llegar la penuria por el despilfarro de los recursos.
Los grandes períodos de sequía por múltiples causas, están en estudio, como el cambio climático a causa del calentamiento global por el efecto de invernadero, por la acumulación de gases como el bióxido de carbono (CO2) y otros elementos químicos, así como también la falta de la actividad solar que se manifiesta por la ausencia de las manchas solares, el fenómeno inexplicable del Niño, la deforestación masiva de bosques y selvas húmedas, el avance de la erosión y la salinidad que forman los desiertos. Este tétrico panorama se aprecia mayormente en las zonas áridas o semiáridas donde el fenómeno es más evidente. Desde hace treinta años existen países que van a la vanguardia en la investigación para proveerse de agua dulce y potable con los procesos de desalinización del agua del mar que requieren un alto consumo de energía.