LA CONTAMINACIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES
Luis Maeda Villalobos
Es de suma importancia, que la comunidad lagunera esté consciente de la agresión al medio ambiente regional por diversas fuentes. Así por ejemplo, la atmósfera es invadida por polvos, humos y gases, que cada vez la convierten en irrespirable y es causante de diversas enfermedades. Las bronquitis, el asma, las alergias, las enfermedades de la piel, parasitosis y padecimientos causados por bacterias, hongos y virus, son cada vez más comunes, así como la gran incidencia del cáncer pulmonar, que ocupa el tercer lugar de la región, aunque la causa eficiente se desconoce todavía en este caso.
La razón es que por el ecosistema, a La Laguna (zona conurbada), la cubre un mismo techo bajo el cual se acumulan los distintos factores mencionados, además del impacto mundial del efecto de invernadero con aumento del calor en forma global. Igualmente se tiene un mismo suelo, sin solución de continuidad; tierras en parte saturadas por agroquímicos para el combate de plagas (DDT, fosforados, arsenicales, piretroides), que se suman a los mejoradores del suelo o fertilizantes, en forma acumulativa.
A esto se agrega el fenómeno natural de la erosión y la salinidad, que los convierte en inertes e improductivos, lo que hace que avance la desertización y en forma paralela, el hambre.
Por otra parte, es importante el conocimiento de la escasez progresiva del agua, no sólo por los períodos prolongados de sequía, el índice de evapotranspiración, la tala de los bosques, sobre todo de la cuenca alta de los ríos Nazas y Aguanaval y la pobre recarga de los acuíferos o reservas subterráneas.
Las presas con un contenido de agua en su mínima expresión (Lázaro Cárdenas y Francisco Zarco), obligan a reducir la extensión de la agricultura y continuar con la sobre-explotación de las aguas del subsuelo, con el doble riesgo de agotar esa fuente, de la cual vive la región. Cómo el elemento más importante para la vida, está perdiendo su calidad por la intrusión de sales y metales pesados como el flúor, el estaño y el arsénico, entre otros más, que son tóxicos.
Los residuos sólidos (basura), se agregan en toda la zona conurbada, como un factor contaminante más, así como las aguas residuales, que en su totalidad no son recuperadas con plantas tratadoras que llenen los requisitos de las Normas Oficiales Mexicanas. Algunas de las fuentes industriales las vierten directamente al río Nazas, constituyendo un riesgo más en el atentado a las reservas subterráneas. La remoción de elementos metálicos y no ferrosos, dejan siempre residuos o “jales” que se amontonan y por su contenido, llegan a constituir un riesgo agregado a la contaminación general de la región.
Se cuenta con un sistema hidrológico cerrado, con dos ríos, Nazas y Aguanaval, que nacen y mueren dentro del continente, lo que los convierte en un foco que almacena variados residuos.
Por lo visto, hemos de pensar en cuidar nuestros recursos y combatir la contaminación general, no en forma unilateral que nada soluciona, sino en forma conurbada Torreón, Gómez Palacio y Lerdo, con buena voluntad política y con conocimiento de causa.