Ahora con el principio de la terminación de la guerra o el ataque a Iraq que la semana pasada se vio a través de los diferentes medios de comunicación, está el otro espectro de la incertidumbre, relacionada con las perspectivas económicas de Estados Unidos. Esto es porque un gran número de analistas internacionales temen que vuelva a caer en recesión.
Así, las expectativas para abril y mayo de los principales indicadores o índices de la economía norteamericana, señalan en el consenso ?debilidad de crecimiento?. Me refiero principalmente al ?índice de la confianza de los consumidores?, al de las ?ventas de menudeo?, al indicador de las ?compras de los gerentes?, al de la ?producción industrial?, al de la ?tasa de desempleo? y al ?número de empleos nuevos generados?, entre otros indicadores importantes.
Si a lo anterior le añadimos: Como dato comparativo en Estados Unidos de América hace diez años con la guerra del golfo se tenía un superávit en la cuenta corriente de la balanza de pagos del orden de los diez mil millones de dólares, y para el 2004 se estima que tenga un déficit de 400 mil millones de dólares, simplemente con esta comparación la debilidad económica de Estados Unidos de América se puede tornar preocupante misma que ya está reflejando desde hace algún tiempo el dólar respecto de otras monedas duras como el euro.
También en aquellos tiempos de la guerra del Golfo Pérsico, Estados Unidos de América tenia un nivel de tasas de interés en niveles de cuatro por ciento, ahora las tasas están en 1.25 por ciento, por lo que la Reserva Federal cada vez tiene menos margen de maniobra para contribuir en repuntar la actividad económica bajando las tasas. Otro aspecto que puede dar signos de debilidad a la economía de Estados Unidos de América en la perspectiva es el hecho de que la bolsa americana en términos del múltiplo ( precio/utilidad ) hace diez años era la mitad de lo que está ahora ( 30 contra 15 veces ) por lo que puede tener una tendencia bajista ya que se encuentra relativamente más cara.
Y también desde el punto de vista político - diplomático el hecho de que durante la guerra del golfo se tenía un apoyo internacional unánime para el conflicto, para el presente conflicto contra Iraq, Estados Unidos de América como se sabe actuó prácticamente contra el consenso de la Organización de las Naciones Unidas, por lo que esto no le ayuda y no será por demás halagüeño para la economía norteamericana en tanto que podrá contar con más incertidumbre de los consumidores e inversionistas. Y por el lado del gasto publico que se ha destinado y continuará destinándose al conflicto bélico ( pues todavía no se acaba ), y que de hecho aún nadie sabe cual va a ser su nivel, el déficit público que se generará será también por demás preocupante para el futuro económico de ese país.
En fin, para México con este panorama de debilidad económica internacional en los próximos meses, la expectativa de recuperación puede ?mermarse? o atrasarse, aunado a posibles represalias ( que esperamos y no ) que Estados Unidos de América nos tenga en lo económico y comercial por la postura mexicana ante el conflicto. En este sentido habrá que estar muy preparados aunque sea de manera temporal, para los próximos meses o par de años.
Me refiero a que los diferentes agentes económicos, políticos y sociales deberán desde sus posiciones de estimular el mercado interno como parte de sus prioridades, para que la economía doméstica ( la mexicana ) ?amortigüe? en la expectativa de nuevo posibles ?shocks? externos. Aquí entonces es en donde se requiere de la unidad mexicana. Para ello tendrán una gran responsabilidad líderes del gobierno, del aparato legislativo, de instituciones, de asociaciones gremiales, inversionistas nacionales privados e institucionales, etcétera. En este sentido, se tornará urgente la aprobación de las reformas estructurales, y posiblemente se tendrán que ir flexibilizando principalmente la política fiscal y monetaria para estimular el aparato productivo nacional. No le hace que haya algo de presiones inflacionarias en esta tendencia ya que lo importante ahora es crecer mediante la reactivación del mercado interno. Hay países como Chile que crecieron bastante bien con inflaciones de ocho o nueve por ciento pero bien controladas y que la población ha gozado de un gran bienestar pues los índices de desempleo están bajos. Claro que no se trata de llegar a tener de nuevo esos niveles de inflación, pero pregunto ¿para qué nos sirve en este año lograr inflaciones comparables a la de los países desarrollados, si con los posibles ?shocks? o impactos externos que posiblemente tendremos, nuestras cuentas externas pueden deteriorarse?. Es imperativo, insisto que la economía doméstica repunte bien y ?amortigüe? el posible impacto que en este mismo año puedan tener nuestras exportaciones manufactureras derivado principalmente de la debilidad económica estadounidense.
Es por demás esperanzador que verdaderamente haya conciencia de esta situación, pues con la recesión recién tenida en Estados Unidos de América el pasado 2001 a nuestro país le ?pegó en serio?, a tal grado que aun no salimos de manera satisfactoria de aquel impacto, y con la posible nueva recesión que se vislumbra ( ojalá y no ) para este año y quizá el siguiente, el impacto que tendremos puede ser importante.
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