?En un mundo de equidad e integración, la política social debe de influir sobre las personas con el fin de facilitar la convergencia entre sus intereses individuales y los intereses comunes de la sociedad, debe buscarse la universalidad y la solidaridad, sin dejar de lado la eficiencia que constituye un principio económico básico e imprescindible?.
De una conferencia
de la CEPAL.
Señales encontradas en la economía de los Estados Unidos, por una parte es alentadora la noticia de que el índice de apoyo al desempleo de acuerdo a las solicitudes recibidas ha disminuido y por consiguiente se estima la incorporación de gente desempleada a la fuerza laboral pero estoy hay qué tomarlo con reservas, incluso la tasa de desempleo, según las expectativas, subió a 6.2 por ciento, en relación al 6.1 % del mes anterior, además aún persiste la reticencia en el consumidor a realizar su regreso al mercado comercial, es cierto los indicadores en las tiendas de autoservicio se observan favorables pero aún sin consistencia; por otra parte y como ya lo habíamos anotado en notas anteriores el déficit fiscal en dicho País se sigue incrementando y se pronostica que al término del presente año, podría alcanzar una cifra cercana a los 400,000 millones de dólares con todo y que la administración de Bush se defiende advirtiendo que es manejable en relación al tamaño de la economía norteamericana, de todas maneras es un tema que hay qué seguir considerando para efectos de análisis y toma de decisiones.
Ante el carácter heterogéneo de la recuperación económica estadounidense, las exportaciones mexicanas no se están moviendo como se deseara debido al alto grado de interrelación económica que mantenemos con dicho País, lo que además como ya se ha comentado complica nuestras operaciones comerciales por la falta de competitividad que estamos presentando ya que los consumidores estadounidenses, están prefiriendo productos asiáticos y hasta europeos dependiendo de la depreciación del dólar frente al euro y al yen, por lo tanto frente a ésta competencia no queda sino atraer la inversión extranjera mediante incentivos que solo se pueden lograr con reformas como la fiscal y el resto de las que forman parte del término estructurales y que ya es ocioso comentar ya que a cada momento son tema de discusión en todos los foros del País diariamente, pero al parecer quedan en el limbo entre los Legisladores y el Gobierno.
Independientemente de que también se debe buscar la fórmula de incentivar el mercado interno. Sin embargo, el diálogo sigue estancado y nebuloso entre los diferentes protagonistas a pesar de sus propias declaraciones de que se está avanzando en las negociaciones, prueba de que esto no se ajusta a la realidad, se acaba de presentar cuando ante un foro de empresarios, recientemente el Presidente Fox anticipó algunos pormenores de la famosa Reforma Fiscal, lo cual fue un error ya que éste tema tan delicado apenas está en proceso de discusión entre los integrantes de los propios partidos políticos, además de que no hay aún acuerdos por diferencias técnicas y políticas muy sensibles (con razón ó sin ella) entre las diferentes fuerzas políticas, por lo que de inmediato se quejaron del protagonismo del Presidente y por supuesto mandaron sus correspondientes señales a sus representantes en la Cámara de Diputados, por lo tanto hay nuevas disputas entre quienes están dilucidando la mencionada reforma. Es obvio que el Presidente quiso ser la estrella de la película y tendrá qué asumir los costos de su precipitación, lo malo es que nosotros la sociedad salimos perjudicados y los proyectos económicos estancados.
Uno se pregunta ¿es necesario que los efectos de la política y la economía sobre la sociedad sean siempre perjudiciales? Tal parece que los intereses de cada grupo político sea de cualquier partido se anteponen a los intereses de la ciudadanía y con el pretexto de promover la democracia se usa para defenderla con argumentos débiles al abordar los grandes temas nacionales; sin desconocer que en la actualidad es sorprendente el número y la complejidad de los problemas a considerar. Me parece que a nuestros gobernantes y clase política les hace falta aplicar en sus plataformas y acciones políticas, un sentido de ética individual que sirva como guía para lograr el bien común y si verdaderamente los Legisladores y el gobierno obraran como les dicta su conciencia y su prudencia, estoy seguro que sería posible estructurar leyes que logren la reconciliación entre el estado y la ciudadanía.