TORREÓN, COAH.- La educación no debe ser un privilegio, la sociedad en general debe luchar porque siga siendo un Derecho y no una mercancía, declaró Luz Jiménez Lozano, investigadora de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Creadora de la tesis “Gestión Escolar y Profesionalidad Docente; Las Respuestas de los Profesores a la Política Moderna”, reconoció que algunas escuelas públicas practican acciones propias de escuelas particulares, sin embargo consideró que no sólo la SEP tolera esta situación, también los padres de familia que no se organizan y reclaman el cumplimiento de la Constitución... sólo se enojan en lo individual.
El artículo publicado por El Siglo de Torreón –lunes 24 de febrero--, donde se sostiene que algunas escuelas públicas se han convertido en exclusivas de familiares, amigos y recomendados, provocó reacciones en la SEP y entre padres de familia cuyos hijos resultaron afectados por las preferencias practicadas en esos planteles.
Jiménez Lozano, quien por cinco años ha investigado esta transformación, recordó que fue a partir de 1992 cuando se acentuó más el proceso, basado en un proyecto educativo del Estado, netamente privatizador y como parte de la descentralización, la cual finalmente no se dio de golpe debido a la intervención del Sindicato Magisterial.
La educación, aclaró, no es del gobierno, sino de padres de familia y maestros y en lo que se refiere a un servicio, se transforma en un Derecho que debe ofrecerse en los hechos y es aquí donde se aprecia su ofrecimiento como mercancía, como un producto.
En los últimos siete años, ha crecido el servicio en la escuela privada y por el contrario, el servicio educativo en el Estado se ha contenido; ante esta situación se debe estar alerta, pues las escuelas particulares no se hacen cargo de la educación para el público en general.
Las tendencias en algunas escuelas como la concesión del transporte, del servicio de cómputo, adquisición de equipo, el pago al maestro de inglés, de danza, de música, es que exhiben las prácticas de la escuela privada, pues el padre de familia paga el costo de estos servicios, aunque es una visión tentadora para el público que desea este tipo de atención en la escuela que fue, en un tiempo, un espacio de construcción de lo público.
Les dicen no y se callan
Jiménez Lozano se refirió a las preferencias concretas de algunos planteles exclusivos para familiares, amigos y recomendados y estimó que la responsabilidad es de todos, pues los afectados no tienen la capacidad para reclamar en el sentido de que la escuela es un espacio público.
Algunos padres acuden a estos planteles, les dicen no y no protestan fijando así las reglas de acceso; el problema es creerse de que si no puedo pagar no voy a tener un lugar y no puedo hacer nada. Contrario a asumir una postura de sumisión, el padre de familia debe organizarse con la gente que está en la misma situación y vencer el miedo a hablar.
En lugar de someterse a las reglas fijadas por algunas autoridades escolares, estos condicionamien-tos tienen que estar sacándose a la luz pública, pues mientras la comunidad no se exprese, el problema va a crecer.
Estimó que las estrategias para financiar los gastos de una escuela no deben sobrepasar al Derecho de la educación, pero también las formas de decidir en las escuelas no pueden estar sujetas a intereses privados, ni de los maestros o padres de familia, tiene que haber transparencia en el uso de recursos.
Es necesario retomar el camino y tener bien presente que en la escuela pública el punto más importante por sobre todas las cosas es el alumno, estimó.
Pero no todo es negativo
La investigadora de la SEP aclaró que no todo es negativo, hay experiencias muy enorgullecedoras en algunas escuelas donde los maestros y padres de familia coinciden en un compromiso único y eso también hay que decirlo.
En estos planteles, profesores y papás consiguen recursos y se relacionan con las posibilidades de ambos, pero principalmente tratan de colocar al niño como la prioridad en el activo escolar; tienen capacidad organizativa de padres, no acude sólo uno a exigir o reclamar algo, es un grupo que no antepone su interés personal.
Los padres no son sólo proveedores de capital, sería injusto hablar de lo que es esta tendencia derivada de las nuevas políticas, la educación no debe ser exclusiva, sin embargo desafortunadamente a muchos niños cuyos padres no tienen dinero se les niega el servicio educativo en ciertas escuelas, aunque la Constitución dice que la educación es gratuita y sin exclusividades.