Efectos de la solarización sobre el suelo.
Campo Experimental La Laguna - INIFAP - FUNDACIÓN PRODUCE
La solarización es un procedimiento físico que se utiliza para aumentar la temperatura del suelo. Consiste en saturar el suelo con agua de riego, inmediatamente después, cubrir perfectamente la superficie de este suelo con un plástico; de esta manera, la radiación solar que incide y atraviesa la superficie del plástico incrementará la temperatura del suelo. El plástico que se utiliza para la solarización tiene características especiales: es transparente; con un grosor que le confiere mayor duración a la degradación por el sol; propiedades que le permiten un incremento de la temperatura en el suelo, en comparación con un plástico común; y suficiente resistencia para maniobrar en las parcelas dentro de los predios agrícolas.
Durante los meses de mayo a septiembre de cada año en La Laguna, se tienen suficientes días soleados y temperaturas cálidas, que permiten solarizar los suelos. El tiempo que deberá permanecer un plástico sobre el suelo durante el proceso de solarización puede ser desde cuatro hasta ocho semanas, dependiendo de los días soleados y de la temperatura ambiente.
Durante el proceso de solarización el suelo incrementa su temperatura, alcanzando en un día soleado alrededor de 60 oC entre 0 - 20 cm de profundidad, mientras que a profundidades de 30 – 45 cm el suelo puede tener 45 oC y a los 60 cm cerca de los 35 oC. Al incrementar el suelo su temperatura todos los organismos se ven afectados, tómese en cuenta que, el suelo tiene organismos benéficos para las plantas cultivadas, pero también organismos que las dañan, enferman o compiten con ellas.
Las malezas, los hongos que causan enfermedades en la raíz o en la parte aérea de los cultivos, los nematodos y bacterias fitopatógenas y los insectos plaga son los organismos dañinos de los cultivos que se ven diezmados o eliminados en los suelos solarizados. Si el calentamiento del suelo es suficiente tanto en temperatura como en tiempo, las poblaciones de los organismos dañinos mencionados pueden ser eliminadas, sobretodo en los primeros 30 cm de profundidad en el suelo; por el contrario, a mayor profundidad en el suelo, la solarización únicamente reducirá la población de estos organismos.
Los suelos una vez solarizados cambian algunas propiedades fisicoquímicas, que permiten una mayor disponibilidad de nutrimentos que son necesarios para las plantas cultivadas y un movimiento de estos nutrimentos a través de un mayor volumen de suelo; es decir, los nutrimentos se distribuirán o pasarán de los primeros 10 cm de suelo hasta 60 cm en algunos casos.
La solarización también favorece algunos organismos benéficos para los cultivos agrícolas, en particular hongos y bacterias. El hongo Trichoderma cuando es introducido en un suelo después de la solarización, en algunos casos, llega a proteger las raíces de las plantas contra el ataque eventual de otros hongos dañinos, además, Trichoderma puede llegar a producir sustancias que inducen un mayor crecimiento y rendimiento de las plantas.
El resultado de la solarización sobre los organismos perjudiciales de los cultivos agrícolas es consistente; sin embargo, su efecto sobre los organismos benéficos está poco estudiado y documentado. En el Campo Agrícola Experimental La Laguna, actualmente está en marcha un proyecto de investigación sobre solarización, cuyo responsable es el Dr. Florencio Jiménez. Más información, comuníquese al (01-176) 2-01-02, o envíe un correo electrónico a:
celala@cirnoc.inifap.conacyt.mx