Reuters
CAMPO REFUGIADOS DE TULKAREM, Cisjordania.- Hombres armados ejecutaron en público ayer a dos palestinos en un campo de refugiados de Cisjordania, después de que los hombres confesaran haber colaborado con la inteligencia israelí, dijeron testigos.
Los testigos explicaron que facciones activistas que han alentado el levantamiento palestino por la independencia presentaron una cinta con las confesiones a residentes del campo de refugiados de Tulkarem antes de disparar contra los sospechosos, de 21 y 25 años de edad, en la calle.
Los palestinos han matado a ‘hermanos’ acusados de ayudar a las fuerzas israelíes en el enfrentamiento que comenzó en septiembre de 2000. El último ciclo de violencia ha bloqueado el plan de paz auspiciado por Estados Unidos en la región.
Grupos de derechos humanos han condenado este tipo de asesinatos.
En la ciudad cisjordana de Naplusa, personal médico dijo que un activista de 15 años perteneciente a las Brigadas Mártires de Al-Aqsa, grupo armado vinculado al movimiento Fatah del presidente palestino Yasser Arafat, murió a consecuencia de las heridas recibidas en una misteriosa explosión de un automóvil, ocurrida el miércoles por la noche.
Miembros de la seguridad palestina dijeron que la explosión, que hirió a otras dos personas, podría haber sido causada por una bomba de fabricación casera palestina que se detonó antes de tiempo.
Sin embargo, las autoridades no descartaban un sabotaje de los servicios de inteligencia israelíes. Fuentes militares israelíes negaron cualquier responsabilidad.
En la ciudad cisjordana de Hebrón, durante la noche, fuerzas israelíes derribaron la residencia de un hombre armado perteneciente al grupo islámico Hamas que hirió a dos colonos judíos antes de morir por disparos israelíes el miércoles, dijo el ejército.
Palestinos y grupos de derechos humanos condenan las demoliciones de casas, que consideran como una forma de castigo colectivo contra el pueblo palestino. Israel dice que las represalias pretenden evitar futuros ataques.