El País
Ramala, Cisjordania.- El Ejército israelí reocupó ayer las localidades de Beit Lejia y Beit Janun, situadas en el norte de la franja de Gaza, matando a cinco palestinos, entre ellos tres menores. Otras quince personas resultaron heridas en el transcurso de una operación que continúa abierta y que podría durar varios días. Este nuevo ciclo de violencia coincidió con la visita a los territorios palestinos del coordinador de la política exterior europea, Javier Solana, quien se entrevistó con la cúpula de la Autoridad Nacional Palestina para impulsar la primera fase del Mapa de Rutas.
Unos setenta tanques y vehículos blindados irrumpieron de madrugada en la localidad de Beit Janun, desde la que las milicias palestinas han lanzado recientemente varios proyectiles de fabricación artesanal contra la ciudad israelí de Sderot, causando cinco heridos leves y pequeños desperfectos materiales. Una vez reocupada la plaza, situada junto a una base militar israelí en el ángulo noreste de la franja de Gaza, los efectivos militares israelíes tomaron posiciones también en la de Beit Lejia, ubicada en el noroeste, junto al campo de refugiados de Yabalia.
Cinco palestinos -de ellos dos milicianos armados, dos adolescentes y un niño- fallecieron como consecuencia de los intensos tiroteos, que también causaron quince heridos, de los cuales tres se encuentran todavía en condición crítica. Según fuentes de la Media Luna Roja, el niño, de 12 años de edad, murió al desangrarse tras recibir un disparo en la cabeza y que el Ejército impidiera el paso a las ambulancias durante las primeras tres horas de incursión. Un portavoz militar israelí negó haber tenido conocimiento del incidente, argumentando que la intensidad de los tiroteos hacía imposible el acceso de los servicios de rescate.
Miles de ciudadanos salieron ayer a las calles de las ciudades y campos de refugiados de las áreas autónomas palestinas para conmemorar el 55 aniversario de la Nakba, la popularmente llamada ‘catástrofe nacional’, que evoca el fin del Mandato Británico y comienzo de la primera guerra árabe-israelí. En Ramala, la capital administrativa de Cisjordania, cientos de ellos se congregaron alrededor de la plaza de Al Manara para guardar un minuto de silencio, que se acompañó del ulular de sirenas. A renglón seguido se emitió un mensaje previamente grabado de Yaser Arafat, en el que el presidente palestino aseguró que ‘no alcanzaremos una paz real hasta que Israel se retire completamente de los territorios ocupados”.