Por PRIMITIVO JAVIER GONZÁLEZ M.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Ejidatarios de la Flor de Jimulco desconocen como su representante a Jaime Hernández Escobar, a quien acusan de malos manejos junto con los hermanos Orona y acudieron a la presidencia municipal para hacerlo del conocimiento de las autoridades.
Acompañados del diputado local, Miguel Mery Ayup, los ejidatarios fueron atendidos por Alfonso Tafoya Aguilar, secretario del Ayuntamiento, a quien le expusieron que desde hace más de un año, Hernández Escobar maneja la venta de cerveza pero a nadie rinde cuentas y sólo tiene como apoyo a los hermanos Orona, quienes tienen familiares en dicho poblado, pero ellos no son de ese lugar.
Indicaron que la junta donde supuestamente se nombró como representante a Hernández Escobar, estuvo “amañada”, pues el visitador de la Procuraduría Agraria no se esperó hasta el final de la reunión y notificó a sus superiores que el denunciado había sido nombrado como representante.
Ante lo que calificaron como una actitud parcial de la Procuraduría Agraria (el reconocimiento de Hernández Escobar), acudieron a la Delegación Estatal del Registro Agrario Nacional (RAN), donde inscribieron el acta en la cual se reconoce como su representante a Juan Manuel Agüero Pérez.
Explicaron que en tres fines de semana a cargo del nuevo representante, se obtuvieron seis mil pesos de utilidades por la venta de cerveza, en tanto que el anterior no ha reportado nada en más de un año, lo que evidencia malos manejos de éste, quien es asesorado por los hermanos Orona, que pretenden hacer y deshacer en la Flor de Jimulco, cuando ni siquiera son avecindados.
El diputado local solicitó al secretario del Ayuntamiento que reconociera la voluntad de los ejidatarios y el nombramiento de Juan Manuel, pero Tafoya Aguilar pidió una semana de plazo para analizar la problemática y los documentos, ya que Jaime Hernández Escobar aparece como representante, según un oficio girado por la Procuraduría Agraria.
Conato de pleito
Casi para finalizar la reunión, llegaron los hermanos Orona y Hernández Escobar, lo que motivó que algunos de los ejidatarios de Flor de Jimulco discutieran con aquéllos, pero finalmente las cosas se tranquilizaron y el acuerdo fue de esperar una semana para emitir una respuesta.