MEXICO, D.F.(SUN-AEE).- Había una vez... Es la frase con la cual comienzan los cuentos infantiles y ahora es parte de la tarea diaria de los ancianos y sus familiares cuando ataca el mal de Alzheimer; ante cuyo avance es necesario construir diques y reforzar todas las defensas, una misión en la que la medicina ha dado pasos importantes.
Cuando alguien en casa comienza a perder la memoria, producto del Alzheimer, la vida del paciente se hunde en el olvido y la de sus familiares y amigos cercanos en la desesperación, por ello, hay que dar la batalla en todo momento. El doctor Julio A. González, miembro de la Asociación Psiquiátrica Mexicana y coordinador de investigación del laboratorio Lundbeck, dice que "si bien la enfermedad aún no tiene cura, los resultados derivados de los 32 estudios realizados con memantina en todo el mundo y con más de 2 mil 800 pacientes, son muy alentadores".
Este médicamente, asegura, "es el único que ha probado su efectividad en las tres etapas de desarrollo del Alzheimer, logrando demorar la progresión de la enfermedad y, por consiguiente, el deterioro del paciente". A diferencia de los tratamientos convencionales, conocidos como inhibidores de la acetilcolinesterasa, la memantina posee un mecanismo de acción en el sistema nervioso central sobre la vía del glutamato, sustancia descubierta en los años 80 y fundamental en la formación de la memoria y los procesos degenerativos.
La enfermedad de Alzheimer se ha convertido en México y en todo el mundo en uno de los problemas prioritarios de salud. En las últimas décadas se ha incrementado sustancialmente la expectativa de vida, y con ello el riesgo de deterioro intelectual durante la senectud, así como los requerimientos de servicio salud para su atención.
Es un mal crónico, degenerativo, progresivo, que produce un deterioro físico e intelectual, al provocar un desplobamiento de neuronas hasta llegar a incapacitar al enfermo totalmente. Al inicio se manifiesta con una paulatina pérdida de la memoria, a lo que se suma el trastorno de otras incapacidades tanto intelectuales como psicomotoras, como la identificación de objetos y las alteraciones del lenguaje, del juicio y de todas las facultades intelectuales.
Según estudios realizados por investigadores del Karolisha Institute de Suecia,un grupo de personas tratado con memantina mostró mejoría en la capacidad para ponerse de pie del 48% contra un 25% del grupo placebo; mientras que en la capacidad para moverse la relación fue de 44-14%, y finalmente, en la capacidad de usar el baño, ésta fue del 52-22%.
González Paredes explica que "el glutamato es una sustancia abundante en la naturaleza y que normalmente ingerimos en forma de alimentos. Cuando esta sustancia está disminuida, altera o impide la formación de una memoria adecuada, pero si se presenta en exceso, produce toxicidad en el cerebro. La memantina regula el excedente de glutamato y con ello disminuye, retarda, controla y detiene el proceso de toxicidad cerebral".
El riesgo de padecer Alzheimer aumenta con la edad, afectando a entre 5 y 10% de los adultos de 60 a 65 años; mientras que entre 40 y 50% de las personas mayores de 85 años pueden presentarla.
El desarrollo de la enfermedad, suele presentar tres fases: En la primera, la memoria deteriora paulatinamente y la persona olvida eventos recientes. Durante la segunda etapa, el paciente comienza a desconocer a las personas con las que vive. En la tercera etapa se pierden casi todas la habilidades.