Sergio Aguayo encabeza la lista plurinominal de México Posible por el Distrito Federal, Morelos, Tlaxcala, Hidalgo y Puebla, y está buscando el voto. Aguayo es un ferviente creyente en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, lleva 30 años luchando por ellos, por el combate a la corrupción y por la búsqueda de la transparencia. El es especialista en Seguridad Nacional, uno de los pocos que tiene el país. Hace 29 años está casado con la misma esposa bastante convencional, come en su casa tres o cuatro veces a la semana, muy jalisciense en eso, hasta duerme siesta.
Este incansable luchador por las ONG’s asegura entender la lógica de los militares, los policías.
Quiere entender por qué para ser un agente de la Agencia Federal de Investigaciones nada más se requieren cuatro meses de curso. En México seguimos teniendo un gravísimo problema de violación de derechos humanos que en parte se debe a que los organismos públicos de los derechos humanos no están cumpliendo adecuadamente con su labor, me dijo muy serio en una reciente entrevista que le hiciera en Radio Red, para el programa Presente Imperfecto.. Respecto a lo anterior, agregó: Policías y víctimas, es decir, verdugos y aquellos que padecen los abusos de autoridad, es un trabajo difícil, pero que me siento capacitado para hacerlo porque lo he hecho desde la sociedad civil durante muchos años, desde la academia, desde el periodismo. En realidad he sido una lata y un vigilante permanente.
Aguayo procura nunca hablar acerca de temas que no conoce. Autocrítico como es acepta abiertamente, por ejemplo que no pueda mover los hombros mientras baila el mambo. El danzón sí se me da. Me encanta bailar, me encanta divertirme.
Hace unas semanas tuvimos, mi marido y yo, el gusto de cenar en su casa y allí mientras cenábamos, Eugenia Mazzucato, Directora de la agencia Ideas y Palabras, su esposa fue muy explícita al explicarnos que Sergio no nada más sabía bailar el danzón, sino que: sabe besar maravillosamente bien. Después del primer beso que me dio ya no pude separarme de él. Ä pesar de todos los años que llevamos de casados, me sigue besando igual. Sergio también es un enamorado del futbol, sin embargo, admite que es un pésimo jugador. Supongo que porque soy astigmático y miope, entonces eso me hacía jugar con lentes cuando era niño, y es incomodísimo jugar con anteojos, no puedes dar cabezazos. Eso me desarrolló un trauma, a lo mejor tengo que ir con un psicoanalista. Íbamos a jugar al llano o a la calle. Los capitanes, o el dueño del balón, avientan el volado, y van eligiendo a los mejores. Me dejaban al final, lo cual era un recordatorio permanente de que me aceptaban porque era amigo, pero que mis servicios no eran muy requeridos. Nunca estuve entre los primeros que eligieron y jamás aventé el volado, lo cual ya es una señal.
Hace unos días, Serrano Limón dijo que había algunos partidos que estaban legalizando la depravación...Seguramente se refería a México Posible, concretamente por tres temas (legalización de la mariguana, despenalización del aborto y uniones de convivencia) que sostienen y que han causado tanta polémica. A continuación me permito transcribir li-te-ral-mente, lo que Sergio Aguayo me dijo ante el micrófono de Radio Red, respecto a ellos.
Yo soy católico, soy heterosexual, nunca he fumado marihuana. Déjame abrirlo con toda claridad, tengo 55 años, vengo de la generación del danzón, del rock, del tequila y el ron. La plataforma de México Posible es muchísimo más amplia que esos tres temas. Lo que sucede es que esos temas han capturado la atención de la opinión pública, de los medios de comunicación, porque están en el centro de la querella, las diferencias que se han dado entre algunos obispos católicos y México Posible.
Primero estoy contra el aborto, y el partido está contra el aborto, no buscamos la legalización del aborto, sino de la despenalización del aborto que es diferente, porque hay aquí un tema moral profundamente polarizante, difícil, yo insisto no estoy a favor del aborto, ni mi esposa ni yo, pero también entendemos que se practican centenares de miles de abortos cada año, decididos por mujeres, en su mayoría pobres, que los hacen en condiciones terribles y mueren miles de mujeres. Además de ser un asunto de moral, es también un tema de salud pública y nosotros lo enfocamos desde el tema de salud pública, dejando a cada quien el derecho a decidir sobre ese dificilísimo tema y con esa lógica proponemos la despenalización del aborto. Uniones de convivencia, hay una imagen estereotipada de la familia mexicana, mamá, papá, niños, no corresponde con la realidad, hoy 20 por ciento de las familias mexicanas son encabezadas por madres solas, madres solteras que establecen a lo largo de la vida uniones de convivencia con madres, hermanas, hijos, que por razones jurídicas, por la poca tradición de escribir testamentos en nuestro País, provocan que cuando fallece la titular de los derechos, la propietaria de la casita, por ejemplo, para ponerlo más concreto, la hermana con la que vivió toda la vida se queda desprotegida porque no hay testamento. Dentro de esas uniones de convivencia están, por su puesto, los derechos de aquellas parejas del mismo sexo, que decidieron, en ejercicio de su diversidad, unirse, pero no es que hayamos partido de que vamos a promover el matrimonio entre los homosexuales, que es como se presenta, sino que es más complejo. Y una vez más, ahí, vamos al tema de la tolerancia, yo soy un ferviente creyente en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que es una filosofía de vida y que supone que por el hecho de que alguien nazca, llega con una dignidad que tiene que ser respetada por el resto de la sociedad y pro el resto de las autoridades, en este sentido, reiterando, yo soy heterosexual, pero respeto el derecho de cada quien a optar por la preferencia sexual que tenga.
Legalización de la mariguana, la política del Gobierno mexicano contra las drogas es un fracaso, tiene un problema de raíz, fue pensada por un acuerdo con Washington para frenar el tráfico de drogas a EU, en el 2000, 850 millones de dólares gastó nuestro Gobierno en frenar el tráfico, pero sólo 27 millones de dólares en programas para combatir la adicción, lo que eso ha provocado, el descuido del consumo. Es un crecimiento exponencial, en el número de consumidores de drogas. Está a punto de salir, después de las elecciones saldrá una encuesta nacional de adicciones que hace cada cinco años la Secretaría de Salud, las cifras que trae son espeluznantes. Se ha triplicado, cuadruplicado, el número de consumidores de drogas duras entre la juventud mexicana, ese es un crimen de salud pública que alienta la criminalidad de alto impacto de los carteles organizados, o la criminalidad común, tenemos que atender el problema del aumento del consumo. Para México Posible, proponer la legalización del consumo de la mariguana, tal como lo han hecho diez estados del vecino País del Norte, EU, Holanda, entre otros países.
Es una forma de forzar un debate sobre algo más profundo, cuál es la política mexicana frente a las drogas, es una irresponsabilidad del Gobierno federal no estar dedicando atención a quienes lo consumen, porque sólo los que tienen recursos pueden enviar a sus hijos a un tratamiento contra la adicción, que es carísimo en México, las clínicas privadas son carísimas, los pobres no tienen la capacidad de ser atendidos profesionalmente y en ese sentido, poner ese tema sobre la mesa, ahí sí legalizar, no despenalizar, que es muy diferente. Algo nos dice que el próximo seis de julio Sergio Aguayo va a tener muchos votos. Seguramente Dios lo va a premiar por todos esos rechazos, y humillaciones que padeció de niño, cuando nadie de sus amigos quería que estuviera en su equipo de futbol. P.D. Si Sergio no gana no importa, al fin que es un triunfador en la vida.