Cuando adquirir bienes se convierte en nuestra única satisfacción, existe un problema
SUN-AEE
MÉXICO, D. F.- Los compradores compulsivos no adquieren productos por necesidad sino por placer. Compran por el hecho y no por los productos en sí. ¿Tú crees ser uno de ellos?
Si le dices a un niño que escoja entre un helado y una sopa de verduras, ¿cuál será su decisión? Seguramente el helado, así son los compradores compulsivos, “el niño no se va a poner a pensar en qué alimenta y que necesita crecer, es para él una satisfacción inmediata”, afirma la doctora Clarisa Lasqui, integrante de la Asociación Mexicana de Psicoterapia Psicoanalítica.
Comprar no es sólo necesidad, también se ha vuelto un pasatiempo y una forma de relacionarse con los demás.
Para la doctora Lasqui, ser comprador compulsivo no es solamente una patología, es un síntoma de quienes están acostumbrados a gastar de más y “la sociedad les dice por dónde va su impulsividad”.
Cuando tienes muchas carencias de admiración o éxito, hemos encontrado que una manera de “auto apapacharnos” es comprar, dice.
El problema es cuando la gente “compra de más y comprar le produce satisfacción”. El problema es no poder dejar de hacerlo, cuando se sale de la norma.
En este sentido quien no se controla, comienza a angustiarse porque no tiene eso que desea tener en sus manos.
El origen del problema
Entre los orígenes, hay tres aspectos importantes según la sicóloga. Primero, la carencia afectiva; es decir, las necesidades que no fueron gratificadas en la infancia.
En segundo “si tienes una vida frustrante, en una sociedad donde el marido te maltrata, no te hacen caso los hijos y tú no te valoras, la salida es comprar”.
Otra causa puede ser la estimulación social del aplauso a lo material. “Si mis vecinas ven que soy “totalmente Palacio”, me aceptarán”.
Tratamiento para el enfermo
“Los tratamientos que se llevan y la forma de ayudarse, parten de la aceptación de la persona de que está enferma”, explica Lasqui.
Los precios de las terapias pueden ser desde gratuitas hasta aproximadamente mil pesos, ello depende de la institución que se elija.
Recientemente algunos científicos de universidades estadounidenses han ofrecido medicamento para este problema, según la revista New Scientist. En México aún no se cuenta con estos tratamientos.