AP
BAGDAD, IRAQ.- El FBI dijo ayer que la bomba que destrozó la sede de la ONU en Iraq fue elaborada con unos 450 kilos de municiones, inclusive una bomba de 230 kilos procedente del arsenal prebélico que tenía Saddam Hussein y que no requería “un grado extremo de alta tecnología” para su fabricación.
Un agente del FBI que participa en la investigación dijo que es imposible determinar si la bomba fue detonada por los seguidores de Saddam o terroristas extranjeros. Mientras tanto, un miembro del gobierno provisional iraquí dijo que el número de muertos sigue siendo 20 pero podría aumentar drásticamente.
“Hay 20 muertos y sigue habiendo mucha gente atrapada” entre los escombros, dijo Ahmad Chalabi, miembro del consejo gobernante escogido por los estadounidenses. Chalabi insistió que la bomba fue obra de seguidores de Saddam pero no aportó pruebas para respaldarlo.
Según Chalabi, el Consejo Gobernante advirtió a Estados Unidos de un posible ataque terrorista poco días antes del atentado contra la sede de la ONU.
“Durante un encuentro el 14 (de agosto), recibimos información de que tendría lugar un ataque terrorista a gran escala en Bagdad, que el ataque estaría dirigido contra un objetivo blando, no las fuerzas militares norteamericanas, y que sería usado un camión mediante un mecanismo suicida o por control remoto. Compartimos esa información con los norteamericanos”, agregó.
Chalabi a los periodistas.
El agente del FBI Thomas Fuentes dijo en el lugar de la explosión que la bomba fue transportada en un camión Kamaz. Dichos camiones fueron fabricados en la desaparecida Unión Soviética. Las autoridades estadounidenses indicaron el martes que un camión cementero fue usado para transportar los explosivos.
“Creemos que (la bomba) fue fabricada con proyectiles militares ya existentes... No puedo decir que requiriera un grado extremo de alta tecnología o conocimiento para crearla”, indicó Fuentes.
Por otra parte, el secretario general de la ONU Kofi Annan prometió que el mortífero ataque no desalojará al organismo mundial del territorio iraquí.
Los empleados de la ONU en la capital iraquí recibieron orden de no acudir ayer a sus puestos de trabajo.
Annan dijo que se reunirá esta tarde con el Consejo de Seguridad para analizar las medidas cautelares con las que proteger al personal de la ONU en Iraq.
“Proseguiremos y continuaremos nuestra tarea. Es un trabajo esencial”, expresó Annan en una conferencia de prensa dada en Estocolmo, donde hizo una breve escala antes de continuar viaje a Nueva York. “No nos intimidarán”. Annan añadió que la ONU piensa revaluar sus medidas de seguridad.