Las células madre pueden ayudar al tratamiento de diferentes tipos de cánceres
SUN-AEE
MÉXICO, D. F.- La solución a muchos problemas de salud puede estar en el aprovechamiento médico pleno de las células madre, que actualmente se emplean en trasplantes para combatir algunos cánceres.
Los científicos dicen que las células madre, llamadas también germinales (stem cells), son células primitivas que no se han convertido en células diferenciadas de un órgano o tejido, pero poseen capacidad de autorrenovación, habilidad para transformarse en cualesquiera de las más de 200 estirpes que integran el organismo humano, incluidas las del cerebro, corazón, huesos, músculos y piel.
Según investigadores, existen células madre en las primeras etapas de un embrión, el cordón umbilical, médula ósea, en el hipocampo y en el bulbo olfativo.
En México, las células germinales ya se trasplantan a personas que padecen alguna enfermedad hematológica (diferentes tipos de cáncer) y de origen genético. Se implantan a gente cuya única posibilidad de vida pende de la posibilidad de un trasplante de médula ósea de un donador ciento por ciento compatible.
Por razones de compatibilidad y falta de donadores, dicen los especialistas, se recurre con muy buenos resultados a las células madre contenidas en la placenta y el cordón umbilical, que son idénticas a las de la médula ósea. Hasta marzo del presente año se habían efectuado en hospitales mexicanos 23 trasplantes exitosos de células germinales.
Los médicos las emplean para atacar enfermedades hematológicas e inmunogenéticas como el linfoma, anemias aplásticas severas y mieloma múltiple.
La idea de crear un lugar de reservas de estas maravillas naturales surgió el seis de febrero de 2000, esto ante la falta de donadores y la necesidad de combatir las enfermedades inmunogenéticas y hematológicas, cuya esperanza de vida es solamente un trasplante.
Consiste en recolectar sangre contenida en el cordón umbilical y la placenta momentos después del parto, elemento que se coloca en bolsas especiales que posteriormente son introducidas en tanques con nitrógeno líquido para su preservación en criopreservación. No tienen fecha de caducidad, mientras las temperaturas bajas sean las adecuadas.
El fin es la utilización de las células madre hematopoyéticas, obtenidas del cordón umbilical, lo que representa un gran avance en el tratamiento de enfermedades de alto riesgo.
Los expertos apuntan que al criopreservar las células germinales recuperadas del cordón umbilical se obtiene un seguro de vida, ya sea para usarlas en el mismo niño, que años más tarde pudiera sufrir alguna enfermedad hematológica o genética, o bien para su empleo en algún hermano o primo.
Las investigaciones médicas indican que las células madre del cordón umbilical y la placenta pueden ser un tratamiento potencial a futuro para tratar enfermedades malignas como: cáncer de mama, ovario, testicular, melanomas, carcinoma en células, tumores primarios de cerebro, sida, terapia genética, diabetes y artritis reumatoide.