Guadalajara,(Notimex).- Debido a que el baile es una forma de hacer ejercicio, el danzón se ha convertido en una eficaz herramienta para elevar la autoestima y la salud mental de las personas que practican este baile, que traspasa la fiesta y los goces mundanos.
En un comunicado de la Universidad de Guadalajara, se explica que el danzón es una música sabrosa y excitante que surgió en Cuba a finales del siglo XIX y que de ahí llegó a México, y sigue vigente por sus grandes ventajas, entre ellas la interacción entre los bailadores.
Por ello, la Academia de Epidemiología del Centro Universitario de Ciencias de la UdeG, organizó con el tema del danzón su segundo acto cultural, con tan buen éxito que más de cien personas, entre ellos estudiantes y maestros, durante un par de horas practicaron este baile.
La directora de este cuerpo colegiado, Elva Arias Merino, comentó que el danzón sigue vigente como música popular, quizá por su innegable elemento erótico, sutil y refinado, señala el comunicaco.
Indica que el danzón fue seleccionado como tema cultural porque además de ser un baile con el que se podían identificar las personas de cualquier edad, es una forma de hacer ejercicio y mejora la salud mental, además de contribuir en una formación integral.
Según Arias Merino el ejercicio propicia un buen funcionamiento de varios órganos del cuerpo con respecto al sistema cardiovascular, mejora la circulación sanguínea, aumenta la oxigenación de tejidos y elimina las sustancias dañinas, mientras las personas relajan su mente.
Dijo que en cuanto a la salud mental, propicia la interacción con otras personas, favorece lazos afectivos, propicia momentos de esparcimiento y eleva la autoestima, porque desarrolla la confianza en capacidades ydestrezas.
Comentó que aunque la persona no baile con alguien con quien esté emocionalmente ligado, pero di baila bien, habrá diversión y cierto olvido delas angustias o problemas cotidianos. Provoca que las conductas cambien a un estado positivo y la convivencia es más fácil.
Añadió que la Academia organiza cada año dos actos académicos, foros en los que son analizados los problemas como el alzheimer, el cáncer de mama o el ántrax como verdadero bioterrorismo, así como dos de carácter cultural, como lo fue la presentación y práctica del danzón.