La mayoría de los detenidos salen libres al cumplir las 48 horas, en algunos casos no hay denuncia, en otros faltan elementos de pruebas o de plano se otorga el perdón
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Hugo estaba decidido a matar a su esposa, llegó tranquilo a casa de su suegra y empezó a discutir, primero le disparó en el vientre, Carmen cargaba a su hija, corrió a casa de su vecina. Hugo la siguió y en la sala la remató. El homicida se disparó en la cabeza y horas después falleció en la clínica 51 del IMSS. Los hechos ocurrieron el sábado 27 de julio de 2002 en la calle Reforma Urbana 244 de la colonia López Portillo a las 10:20 horas. El homicida-suicida era Jorge Hugo Campos Reséndiz de 25 años, tenía problemas de adicción a las drogas y contaba con antecedentes penales. La víctima: María del Carmen Limones Rosales de 19 años, tenía una semana en casa de su madre, luego de tomar la decisión de divorciarse de su marido porque ya no soportaba los constantes malos tratos que enfrentaba. El problema que vivió Carmen es el extremo de los 52 casos que en promedio se atienden mensualmente en la Subprocuraduría de Justicia del Estado. El 80 por ciento de las denuncias contra maridos golpeadores termina en el otorgamiento del perdón por parte de la mujer afectada. “Del 20 por ciento restante, la mayoría es consignado al Juez Penal, pero como no son delitos graves obtienen la libertad bajo fianza”, informó María Concepción Moreno Bocanegra, agente del Ministerio Público de Delitos Sexuales y Violencia Intrafamiliar. Carmen fue de las pocas mujeres que tomó la determinación de no perdonar a su pareja. Aun cuando la joven madre decidió salir adelante por su cuenta, la flaqueza de la Ley permitió la libertad de su futuro ejecutor. “Casi la mayoría de los detenidos salen libres al cumplir las 48 horas, en algunos casos no hay denuncia, en otros faltan elementos de pruebas o de plano se otorga el perdón”, dijo la licenciada Moreno. Alcohol y droga en la agresión Armando Castillo González, médico legista de la Subprocuraduría, comenta que todas las agresiones contra las mujeres ocurren en el domicilio conyugal, el agresor se encuentra ebrio o drogado”. Afirma que viernes, sábado y domingo, son los días más recurrentes en horario de 20:00 a 24:00 horas y a partir de las 7:00 horas del día siguiente. La cabeza, la cara, el tórax, los senos, brazos y piernas son los lugares donde se presenta la mayoría de las lesiones. En todas las huellas se observan signos de lucha y forcejeo. Las mujeres atacadas son víctimas de las armas naturales del hombre, la mano, la pierna, la rodilla, las uñas y los dientes, “sólo en el ocho por ciento de los casos se dejan cicatrices visibles”, dice el doctor. Las estadísticas indican que el 85 por ciento de las mujeres golpeadas o agredidas por sus maridos presentan lesiones que no ponen en peligro la vida y tardan en sanar menos de 15 días. En el 13 por ciento de las inspecciones médicas ordenadas por el Ministerio Público se observan lesiones que no ponen en peligro la vida pero tardan en sanar más de 15 días y pone como ejemplo cualquier fractura menor. Las lesiones que sí ponen en peligro la vida de las mujeres ocupan el dos por ciento restante, pero este criterio se basa en el Código de Procedimientos Penales. El certificado médico de Carmen señalaba que el cuerpo tenía una herida de bala en la región abdominal con orificio de salida en la espalda y otra herida tipo sedal en la parte trasera de la oreja derecha, el homicida se hizo una herida de bala en el parietal derecho con orificio de salida en el costado izquierdo Además de la agresión física, es importante considerar el daño psicológico, la mujer golpeada tiende a la baja autoestima y acepta los golpes ante la carencia de la solvencia económica. La amenaza latente La tragedia de Carmen se escribió una semana antes de su muerte. En la agencia del Ministerio de Delitos Diversos de la mesa uno, su titular, Aurelio Urbina Suárez, informó que el domingo 21 de julio de 2002 tuvo a su disposición a Jorge Hugo Campos Reséndiz de 25 años, por agredir a su esposa, la tarde del sábado cuando celebraba su cumpleaños. Al momento de rendir su declaración, Hugo presentaba una herida leve en el hombro izquierdo producida por un cuchillo de cocina, también tenía dos suturas de las heridas que se produjo con los vidrios de un foco que rompió en la celda de la Policía Preventiva durante su detención. El infractor aceptó que él mismo se provocó las tres heridas, la primera fue justo cuando se retiraron sus suegros de la fiesta de cumpleaños, “te crees muy valiente’’, le decía Hugo a Carmen mientras con un cuchillo tasajeaba su hombro izquierdo. Después, el joven se quedó dormido y fue entonces cuando su esposa llamó a la policía, explicó lo ocurrido y lo detuvieron. En las celdas de la DSPM, el detenido rompió un foco y con los vidrios se empezó a herir en el antebrazo izquierdo, la Cruz Roja acudió para asistirlo y después fue trasladado a la Policía Ministerial. El domingo, el matrimonio se encontró frente al Ministerio Público, ella no quiso otorgar el perdón, “dijo que un día iba a matar a mi padre’’, argumentó Carmen. Ante esta situación, el agente del Ministerio Público recomendó que la pareja se separara; de forma verbal aceptaron el acuerdo. Carmen se retiró y junto con sus dos pequeños hijos menores de dos años, fue a su casa ubicada en la calle Venados 241 del fraccionamiento Parque Hundido y tomó algunas pertenencias. A las 18:00 horas, Hugo Campos recuperó su libertad, luego de pagar una fianza, al día siguiente regresó para denunciar a su esposa por el robo de algunos aparatos eléctricos, pero se le explicó que en el matrimonio es improcedente la acusación. La mañana del sábado 27 de julio Hugo buscó a su esposa, él negó su problema de adicciones, Carmen ya lo había sorprendido con pastillas psicotrópicas, ella quería dejarlo para siempre, él fue a verla por última vez. Una historia más José de Jesús Luna Ochoa de 17 años se dedica a la albañilería, la tarde del lunes 13 de enero del presente año discutió con su joven esposa a quien mordió en diferentes partes del cuerpo. Elementos de Seguridad Pública lo detuvieron y consignaron ante el Ministerio Público. En las celdas de la Policía Ministerial, el joven mencionó que es la segunda vez que su esposa lo manda a la cárcel por la misma causa. “No le pegue, sólo le grité y su mamá y su hermana se metieron”, dijo José de Jesús. Antes de relacionarse la pareja duró un mes de novios, ahora tienen cuatro meses de matrimonio y la joven esposa tiene dos meses de embarazo del que será el primer hijo de ambos. El matrimonio vive en la calle Vicente Guerrero número 202, de la colonia Felipe Ángeles, el joven albañil dice que en su trabajo gana 800 pesos por semana. “Si llevo el dinero a la casa quiero que me atiendan”, comentó. El caso de este joven matrimonio es similar a los que a diario se atienden en la agencia del Ministerio Público de Delitos Sexuales y Violencia Intrafamiliar. Hasta las 11:00 horas del martes, nadie se presentaba en la oficina pública a ratificar la denuncia.
Indefensas
Algunas cifras relacionadas con las agresiones físicas que reciben las mujeres por parte de sus maridos.
600 casos de mujeres golpeadas se atienden al año.
98 % de los agresores no se arrepiente del ataque.
90 % de los agresores fue víctima de la violencia intrafamiliar.
80 % de las parejas están casadas por el civil y la iglesia.
70 % de las mujeres son atacadas por “celos”.
15 años es la edad mínima de esposas golpeadas.
10 % de las afectadas se encuentran embarazadas.
8 de cada diez maridos reciben el perdón de la afectada.
2 abortos por agresión física se presentan al año.
FUENTE: Servicio Médico Forense