Alicante (España), (EFE).- Las hormonas que segrega el organismo humano para protegerse contra el estrés "intoxican" a largo plazo el cerebro y producen una disminución de la capacidad inmunológica y de las facultades de concentración y de memoria.
Así lo afirmó el jefe del Departamento de Psiquiatría del Hospital Bellvue de Nueva York, el español Manuel Trujillo, quien explicó en Alicante los efectos del estrés postraumático.
El psiquiatra indicó que la mejor prevención para el estrés postraumático, aquel que se prolonga más allá de los 30 días siguientes a sufrir un trauma, es el "cultivo de la serenidad", eliminando las situaciones de ansiedad en la medida de lo posible.
En los niños, según el experto, existe un factor de "doble riesgo", ya que en ellos no sólo influyen los efectos físicos y psíquicos del estrés, sino que además estos procesos condicionan el desarrollo de su personalidad.
Por ello, dijo Trujillo, "es importante estar alerta" a través de medidas como "limitar la visión de escenas bélicas" en televisión, "darles seguridad" mediante el continuo apoyo de un adulto, y ofrecerles "vías de expresión" de sus sentimientos, a través de juegos o dibujos.
Trujillo afirmó que una de las mayores consecuencias del estrés postraumático, aparte de los propios síntomas, es el "sentimiento de culpa" que incapacita a la persona para controlar su mente y conlleva la voluntad de ocultar el problema.