Torreón, Coah.- La magia pasó a segundo término. A Marina no le impresionaron los efectos especiales ni los paisajes, tampoco los monstruos ni la historia de la película sino la personita que representó a Harry Potter.
Los ojos verdes de Daniel Radcliffe y su cara “como moldeada” es lo que realmente encantó a esta pequeña de once años. Es totalmente sincera cuando dice: “más que la película, lo que más me impactó de Harry Potter fue el protagonista”.
Y no es que el mensaje del filme no le haya gustado a la gomezpalatina, al contrario, piensa que difunde un mensaje de lucha y perseverancia, pero definitivamente, Radcliffe la flechó.
“Sé algunas cosas de él y espero pronto poder ir al café Internet para investigar más sobre su vida. Yo lo único que puedo decir es que me gusta mucho”, explicó la Fanática de El Siglo de esta semana.
Fue en noviembre del año pasado cuando Marina conoció a “su príncipe azul”. Una de sus tías llevó la película de Harry Potter y la Piedra Filosofal a su casa; desde entonces, la ha visto en 29 ocasiones, mientras que la segunda parte apenas la ha visto dos veces. “Tengo muy poquitas cosas de la película; un póster, cuatro barajitas originales, recortes de periódico, un cuaderno y una revista de Cinemanía en donde viene Harry en la portada. Me la compró mi papá, es que vio que casi no tenía cosas de él”, contó Marina para después agregar “Ya tengo hasta el gorro a mis papás con eso de Harry Potter”.
A pesar de su corta edad, la niña está en desacuerdo con los comentarios que mucha gente ha hecho sobre la saga del maguito inglés, pues en diversas partes del mundo han dicho que la historia de Harry Potter promueve el satanismo y la brujería. “Eso es mentira. Harry Potter da un mensaje bonito; los niños del mundo no tienen que luchar contra magos ni ese tipo de cosas como él, pero sí contra la miseria, la drogadicción, la pornografía, la prostitución infantil y muchas cosas feas...”.
Marina no tiene ninguno de los libros escritos por J.K. Rowling, pero su papá ya le prometió que en Navidad le comprará aunque sea uno. Ella, por lo pronto, está juntando dinero para poder adquirir más artículos de Harry Potter. Una de sus amigas le va a vender una mochila de HP en 50 pesos, sólo le faltan diez pesos para completarla. “He dejado de comprar dulces, papitas, pastelitos, chocolates... cuando junte lo de la mochila voy a empezar a ahorrar otra vez pero ahora para un juego de mesa y monitos originales de él”, finalizó.