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MÉXICO, DF.- En el 2003, el Palacio de Bellas Artes reafirmó su posición como uno de los más importantes foros culturales de México, al recibir las más disímbolas expresiones del arte universal, como parte del programa Eventos Internacionales del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
El recinto de mármol, ubicado en el Centro Histórico de la capital del país, completó su oferta cultural con la presencia de la Danza Independiente de México y el regreso de la Compañía Nacional de Teatro a su escenario, además de ofrecer música, danza y ópera de países como Francia, Inglaterra, España y Alemania, entre otros.
El año inició con la visita del Cuarteto Filarmónico de Berlín (Alemania) formado por Pavel Gililov (piano), Rainer Klaus (violín), Rainer Berthold (viola) y Markus Andreas (violoncello), ensamble especializado en música romántica, considerado uno de los mejores del mundo.
En Marzo, como parte del XIX Festival de México en el Centro Histórico, el Palacio de Bellas Artes, cuya construcción inició en 1904 y concluyó hasta 1934, albergó el concierto inaugural a cargo de The New London Consort (Reino Unido), dirigido por Philip Pickett.
Entre los actos más destacados de este festival, se contó con la presentación de la primera parte de la tetralogía operística de Richard Wagner, El Anillo del Nibelungo, que arrancó con la escenificación de El Oro del Rhin.
La obra wagneriana, dividida en cuatro partes, inició su mágico recorrido los días 20, 23, 25 y 27 de marzo y continuará los próximos tres años con la presentación de las óperas La Valquiria, Sigfrido y El Ocaso de los Dioses, una por año.
Dentro del mismo Festival se presentó Hesperion XXI, con la Capella Reial de Catalunya (España), bajo la batuta de Jordi Savall, con un programa denominado Luces y Sombras de los Siglos de Oro 1492-1598.
En este mismo ciclo y con la representación de Estados Unidos, ofreció su arte el saxofonista y compositor John Zorn, reconocido como una voz de renovación en la música contemporánea e improvisador explosivo de gran originalidad.
Los días 19 y 20 de mayo, la Orquesta de Filadelfia trajo a México por cuarta vez lo mejor que tiene: El sonido que le da fama mundial y la maestría de cada uno de sus integrantes. Solo faltó su prestigiado director Wolfgang Sawallisch, quien por motivos de salud no pudo asistir a la que sería su última gira.
Con la participación del destacado jazzista cubano Paquito D’ Rivera, la Orquesta Juvenil de las Américas (OJA) cerró en el Palacio de Bellas Artes su gira 2003, bajo la dirección de Christopher Wilkins, quien dirigió a más de 100 jóvenes virtuosos de 20 naciones americanas, entre ellos 13 mexicanos.
Los días 22, 23 y 24 de agosto, el público mexicano pudo apreciar el trabajo artístico del grupo de Estados Unidos The Parsons Dance Company, una de las banderas en la danza contemporánea internacional.
El coro de Niños Cantores de Viena (Austria), una de las más antiguas y reconocidas agrupaciones musicales del mundo, tomó parte en el concierto inaugural de la temporada de otoño de la Orquesta Sinfónica Nacional, que celebró su 75 aniversario.
Un viaje por la antigua Italia, a través de la música de virtuosos compositores que imprimieron en sus notas la tradición y el sabor de su patria, ofreció el 20 de octubre la Orquesta Risonanza (Italia), bajo la dirección artística del violinista Juan Carlos Rybin.
Después, como parte de XXXI Festival Internacional Cervantino (FIC), Alemania ofreció una muestra de su vanguardia artística que pudo apreciarse el 18 de octubre en el Palacio de Bellas Artes, con La Conquista de México, ópera de Wolfgang Rihm.
La Royal Philarmonic Orchestra (Reino Unido), dirigida por Enrique Batiz, llegó al recinto del Eje Central el 21 y 22 de octubre, en uno de los más brillantes conciertos de la fiesta cervantina, que ratificó la clase mundial de sus atrilistas, concebida por su fundador Sir Thomas Beechman en 1946.
Otro notable director mexicano, Sergio Cárdenas, se reencontró el 23 de octubre con el público nacional, cuando al frente de la Orquesta Filarmónica de Cámara de Polonia, el también compositor tamaulipeco dirigió el estreno mundial de su propia obra Columpios.
Por otra parte, Pinchas Zukerman dirigió el cuatro de noviembre a la Orquesta del Centro Nacional de las Artes de Canadá, en el palacio de mármol. Dirigiendo y tocando, el polifacético personaje nacido en Tel Aviv logró emocionar al público con un concierto lleno de maestría.
El programa de actividades internacionales del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) se complementó con otros destacados grupos y solistas que participaron con las orquestas Sinfónica Nacional de Cámara de Bellas Artes, Compañía Nacional de Opera, Nacional de Danza y actividades de artes plásticas y literatura.