Uno de los padecimientos neurológicos que dan manifestaciones psicológicas y psiquiatricas, es la enfermedad de Parkinson. Se presenta con una frecuencia de 20 por cada 100,000 habitantes; entre los 65 a 74 años, la frecuencia aumenta a 550 por 100,000.
La enfermedad es causada por una actividad cerebral deficiente ( núcleos basales). Este tejido neurológico funciona primordialmente con Dopamina, tiene la función de filtrar, organizar y modelar los movimientos que son ordenados por centros neurológicos superiores.
Las órdenes de la corteza cerebral pasan por este tejido logrando que los movimientos sean finos y el tono muscular adecuado; la enfermedad se produce generalmente por arriba de los 50 años, el origen genético es dudoso, la enfermedad es progresiva y deteriora al paciente en múltiples funciones como la memoria, las emociones y la capacidad mental en general se deteriora, en un 15 al 20 por ciento, se observa demencia en el transcurso de diez años, esta cifra puede ser mayor, pero se explica por la demencia senil común a esta edad.
Las manifestaciones más evidentes son dureza del tono muscular con disminución de elasticidad muscular, temblor grueso de extremidades (principalmente superiores), movimientos incontrolados en la lengua y rigidez de los músculos de la cara, las manifestaciones emocionales son de desgano importante, ansiedad, depresión emocional e insomnio.
Existen medicamentos usados en el control de otros problemas como cefalea, circulación periférica, mareos y problemas gastrointestinales que provocan en mayor o menor grado síntomas parkinsonicos (pseudo Parkinson), los medicamentos usados para control de enfermedades mentales como la esquizofrenia, paranoia, psicosis maniaco depresiva, agitación psicomotora, control del delirium tremens, insomnio e incluso depresiones (combinados con antidepresivos), llegan a causar pseudo parkinson que en ocasiones es tan intenso que se puede confundir con crisis epilépticas, con encefalitis u otros problemas neurológicos.
Los nuevos medicamentos antipsicóticos tienen menos efectos de este tipo lo que significa un aumento de la seguridad durante los tratamientos que en muchos casos son por tiempo prolongado.
El diagnóstico se hace descartando otros padecimientos como el temblor esencial crónico, demencias, efectos colaterales medicamentosos u otros padecimientos, en ocasiones las manifestaciones son tenues, poco comunes y se puede pasar por alto o equivocarse.
El tratamiento es con Dopa Amina o medicamentos que aumentan la acción dopaminergica normal, el tipo de medicamentos y las dosis se ajustan a la tolerancia y respuesta terapéutica de cada paciente.
Se ha intentado cirugía como es el trasplante de tejido cerebral, pero aún los resultados se consideran impredecibles y no muy buenos, las manifestaciones emocionales (ansiedad, depresión e insomnio) disminuyen cuando se administra la medicación especifica, son útiles también los antidepresivos y ansiolíticos a dosis acordes con cada paciente, ya que las alteraciones emocionales llegan a ser muy intensas.
Cuando estos pacientes llegan a tener manifestaciones delirantes o alucinatorias el tratamiento se hace difícil ya que la medicación que puede disminuir o quitar las alteraciones mentales producen y aumentan las manifestaciones del Parkinson, de cualquier manera cuando es indispensable se pueden dar ambos tratamientos vigilando de cerca los efectos colaterales ya que pueden ser muy intensas e incluso poner en riesgo la vida del paciente.
Los pacientes con enfermedad de Parkinson sufren depresión causado directamente por el problema neuronal y la carencia Dopaminergica, pero también la situación común de personas de edad avanzada, como los problemas económicos, de soledad y otros padecimientos.
Los pacientes tienen limitaciones físicas y mentales que ameritan cuidado de la familia debido a la relativa invalidez que se produce, la muerte se presenta por complicaciones infecciosas o vasculares debido tanto a las limitaciones motoras como al descuido general producto del deterioro mental.
La enfermedad de Parkinson es un problema común y se desconoce mucho respecto a su origen; los tratamientos, aunque útiles, aún no logran un excelente control en la mayoría de los pacientes, existen datos que hacen pensar que la disminución de la actividad de la Dopamina posiblemente como característica individual (genética) y ambiental (alimentación que produce exceso de agentes oxidantes) pudieran estar involucrados en la causa.
Posiblemente por este motivo se ha observado que en los fumadores la frecuencia de la enfermedad es menor por que la nicotina favorece el efecto de la dopa cerebral, los antidepresivos pudieran tener un efecto protector semejante.
La enfermedad de Parkinson es una de las posibilidades de la edad, como la demencia vascular de Alzheimer, problemas articulares, digestivos, vasculares periféricos, hipertensión arterial, etc..., pero sobre todo de problemas económicos y el abandono al que frecuentemente llegan por haber dejado de ser productivos.