Cultura COLUMNAS Cultura LITERATURA

El mariachi, ayer, hoy, mañana y siempre

26/marzo/2003

México (Notimex).- Fue primero conjunto abajeño. Se le llamó después los mariacheros. Todavía se sigue discutiendo el origen de su denominación actual: mariachi. Se le relaciona con la invasión francesa -1864-67- en que los soldados franceses llamaron a los grupos musicales que tocaban en las bodas: "los marriage". Otros relacionan su origen con los grupos que tocaban huapangos. Hermes Rafael, estudioso del mariachi, disiente de aquellos que relacionan ese término con el francés "marriage" -boda-. Según él, mariachi proviene de voces cahitas, coras, huicholes o tarahumaras y su significado es "violines del cerro" o "sonidos del cerro".

¿Quién está en esto del origen del vocablo mariachi en el fiel de la balanza? No lo sabemos. Tampoco tenemos tiempo para averiguarlo. Quede ello en manos de los pacientes y acuciosos eruditos ajenos a los vientos del azar que, a nosotros, nos traen y nos llevan a su endemoniado capricho. Bástenos a nosotros, inmersos en el apresurado escribir a eléctricos golpes de ordenador, sentir y poetizar en torno, y sobre, lo que el mariachi, a nuestro sencillo y elemental entender, es sin más porque sí.

¿Qué es el mariachi?

Es pues, como diría un costeño, el alma en vilo de emociones de lo mexicano esencial. Sí, decir mariachi, aritméticamente hablando, así como dos más dos son cuatro, es decir, con rotundidad imperiosa: México. Ningún otro género musical se identifica e identifica a México en todo el mundo, con mayor propiedad, que la música del mariachi y el mariachi mismo. Ese mariachi que nació con dos violines, una guitarra, una vihuela y un guitarrón y fue sumando instrumentos y sonidos hasta alcanzar cuatro violines, un arpa, una guitarra sexta, vihuele, guitarrón de golpe y, allá por los años cincuenta, el estremecedor y marcial quejido, por instantes grito desgarrado, de las trompetas. El mariachi, sí, que arribó a la ciudad de México casi en huaraches y sombrerudo, con aire y voz provinciana. Se sabe que el primer mariachi que existió, ello con absoluta certeza, fue el de José García.

Este mariachi, papeles hablan, data de 1880 y procedía de Cocula, Jalisco. Respecto al primero que llegó a la ciudad de México, los investigadores no se ponen de acuerdo. Méndez Moreno dice que fue el de Justo Villa y que llegó el mes de septiembre de 1905. Por su parte Baqueiro Foster escribe que fue el de Cesáreo Medina y se escuchó por primera vez en la capital de la República en octubre de 1907.

El repertorio del mariachi, como todo, ha ido cambiando según el gusto de la gente y la época, pero el mariachi sigue vivo hoy como ayer en todo México y en toda América, y así en España, donde existen mariachis propios de cada lugar. En las Islas Canarias, por ejemplo, hay grupos de mariachis locales. El mariachi, cuando iniciamos nuestro tránsito vital por el siglo XXI, nos confirma su buena salud y creciente empuje, con tanto o más vigor que en el siglo XIX, cuando naciera, y a lo largo del XX en que adquirió su mayoría de edad con el mariachi de Silvestre Vargas de Tecalitlán.

Leer más de Cultura

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Cultura

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 25082

elsiglo.mx