Nosotros Las palabras tienen la palabra VIBREMOS POSITIVO Eventos

El Mejor Amigo del Hombre / Dos historias...

Lucy Alvarado

Por desgracia, la historia número uno es más común

La primera:

Tras las frías rejas de la perrera, un delgado y desaliñado animal se preguntaba cabizbajo: ?¿Tanto he cambiado yo? ¿acaso no sigo siendo el mismo perro, aunque mi pelo no sea tan suave, mis ojos no conserven el brillo de la niñez, ni mis torpes movimientos resulten tan graciosos?

Nunca imaginé que fuese un pecado crecer. Yo hubiese dado mi vida por ellos, sólo a cambio de un lugar en la familia, mi familia. Cuando de cachorro paseaba por el parque y veía al anciano junto a su viejo perro, compartiendo las tardes de verano, me decía a mi mismo: ?Algún día, yo seré como él, caminaré sin correa junto a mi amo, sirviéndole de apoyo si sus pasos se quiebran, le ofreceré mi compañía si se siente solo, le daré mi calor si tiene frío?.

Yo que una vez fui el más preciado regalo de un día de Navidad, no era consciente de los problemas que podemos causar a los humanos a la hora de las vacaciones, cuando mudamos el pelo, o cuando la naturaleza nos obliga a aullar a la luna buscando pareja. Pensaba que mi amo me perdonaría esos errores a cambio de mi amor. Pero para él, no fue suficiente.

Ahora, desde mi destierro, aún pienso que soy afortunado. Mis días podrían haber acabado en aquella carretera en la que fui abandonado, de no ser por la familia que me rescató y me trajo aquí. Que lástima que ya tuviesen perro. Parecían buena gente. Por unos momentos mi corazoncito estalló de alegría pensando que tendría una nueva oportunidad de ser querido. Pero no fue así. Mi pelo sucio, y mi delgado y herido cuerpo ya no resultan atractivos. Ojalá, que pudiesen ver dentro de mí. Tengo aun tanto que ofrecer...?

Un aullido de dolor quebró el silencio de la noche, y tras él, el perro se acurrucó, cerró los ojitos y empezó a soñar. Y mientras dormía, movía el rabito, soñando con el abrazo y los besos de aquel niño que una vez le dieron la vida, un día de Navidad.

La segunda:

No era cachorro cuando llegué a tu casa, me dejaron abandonado en el camino, destinado a vagabundear. No recuerdo a las personas, sólo el dolor. Me dejaron para morir en el frío y la lluvia. Manejabas por el camino, era tarde en la noche cuando viste un débil brillo de luz. Bajaste del auto y te arrodillaste en el piso.

Mi cuerpo tembloroso sintió la más gentil de las manos. Supe que no necesitaba hacer ninguna demanda. En tu corazón, en tu hogar, siempre hubo lugar para aquellos que enfrentaban una muerte segura. Curaste mi cuerpo y también mis heridas. Me diste lo que necesitaba, un nuevo comienzo. Cuando lloraba en la noche, siempre estabas ahí con palabras suaves, un beso, un abrazo que compartir.

Cuando me portaba mal sólo mostraste amor. Me cuidaste y amaste en la salud y la enfermedad. Incluso cuando tenías un mal día y estabas cansado, venías a casa y me decías ?Te extrañé mi bebé. Estoy feliz de regresar??. Entonces me besabas, me dabas un abrazo y una caricia. Teníamos una cena agradable y luego ibamos a jugar. Había tanto amor que por siempre me quería quedar.

Pero mis ojos se marchitaron y mi corazón se debilitó. Al tiempo que mi hora se acercaba no podías hablar. Me abrazaste fuerte, lágrimas salían de tus ojos. Teníamos que decirnos el triste adiós. No más tiempo en este tierra podríamos pasar, corriendo en los campos, jugando pelota, sentándonos silenciosamente al terminar. Pero nuestro tiempo juntos no ha finalizado.

Estaré esperando por ti al final del Puente del Arco Iris. Estaré ahí hasta que nuevamente vea esas manos gentiles. Correré hacia ti con la cola en alto, nunca más tendremos que decirnos adiós. Mi amor no termina con la muerte, porque tú eres, en verdad, el mejor amigo del perro.

Lucy Alvarado lucy6818@yahoo.com

Arturo Castañeda wolfschauze@ieee.org

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 53054

elsiglo.mx