Angélica como muchas madres de hoy, tiene dos trabajos: Su familia y la fábrica donde trabaja. Ha logrado encontrar el balance necesario para poder cumplir en ambos lados, y a pesar de todo se considera una mujer feliz. Hoy, ella ha presenciado algo muy común en nuestra ciudad; vio a un perro ser atropellado. Hombre joven, carro chueco, alta velocidad, y un perro que iba a cruzar. El perro se arrepiente, su dueña le grita para que regrese y como si hubiese sido de adrede lo centran y lo matan. Pero gracias a Dios aún existe gente con buen corazón, un cobrador en moto, un repartidor y un vecino paran el tráfico sin que nadie se los pida. Mientras cargan al pobre “Lencho” fuera de la calle, los automovilistas callan. No hay ruido, parece como si estuviesen ofreciéndole un minuto de silencio. Su dueña lo cubre con una manta y en menos de tres minutos todo sigue en aparente “calma”.
El problema de los perros callejeros no es debido al exceso de perros, sino a la falta de humanismo. No se necesita tener carrera, maestría ó doctorado para entender que los perros así como nosotros tienen sentimientos, necesitan cuidados, amor, cariño, se enferman, se bañan y son seres vivos. Se necesita buscar un cambio que nos ayude a tener valores para propiciar un ambiente de hermandad entre animales y humanos. Debemos buscar tratar a los demás seres vivos como nos gustaría que nos trataran. Si a mí no me gusta que me griten ni traten a golpes, entonces no debo de golpear ni gritarle a mi mascota. Ellos son parte de nuestra vida y el reflejo de nuestra personalidad. Debemos de evitar a toda costa la injusticia, la explotación, la violencia y todo tipo de maltrato hacia los animales. Muchos niños en estas vacaciones se dedicaron a perseguir, molestar, golpear y usar perros para sus travesuras. Hemos sabido de muchos cachorritos que mueren a manos de niños traviesos y sin supervisión de sus padres. Entendamos que un perrito en casa es un miembro más de la familia, démosle el lugar que se merece.
URGENTE: Ayúdanos a encontrar a “Koby”, perrito chihuahueño de diez años, café claro, se perdió el jueves pasado por la noche, en la calle Londres, entre Washington y Río Jordán (Col. San Isidro). No sabe andar en la calle y por su edad necesita estar en su casa. Sus dueños te recompensarán. Informes al 716-0310.
Lucy Alvarado Cuevas lucy6818@yahoo.com
Arturo Castañeda Orduña wolfschauze@ieee.org