En esta Navidad les pido mucho amor, paz y comprensión. Espero que se hayan dado cuenta que hay muchísimos perritos que los necesitan. Aunque pensándolo bien no los necesitan tanto a ustedes, más bien necesitan que creen una verdadera conciencia en sus amos o dueños. Por si no se han dado cuenta la ciudad está llena de perros que deambulan por las calles sin sentido. Peor aún andan jugando con la muerte al cruzar cada calle, al pasar cerca de multitudes y en esta época hasta de los cohetes ilegales se tienen que cuidar. Santa, no creo que sea justo que nada más porque andas ocupado cuidándote de aviones, smog, antenas, deudas, juguetes demasiado modernos, prisas y ahora hasta de los frentes fríos tengas que hacerte de oídos sordos a tantos gemidos de perritos con frío, muertos de hambre e incluso enfermos.
Espero que esta Navidad hagas algo mucho más trascendental que otros años; a todos los niños que les hayas regalado cachorritos entrégales también un buen manual de “Cómo cuidar a tu mascota en 10 simples pasos”, que te firmen una carta de compromiso y que cada año te tengan que rendir cuentas de cómo se comportaron con respecto al cuidado de su mascota.
En cuanto a ustedes, Reyes Magos espero que este año también se pongan truchas ya que estoy seguro que en su larga travesía han de encontrar a miles de perritos que están solos y sin dueño. Yo creo que si se han dado cuenta a través de tanto tiempo que el regalar cachorros resulta problemático a futuro pues ¡ya no lo hagan! ¿Qué acaso no ven cuando recorren tantas casas el exceso de tráfico que existe en nuestra ciudad? ¿Qué acaso no les sorprendió ver la trampa mortal que se han vuelto esas mallas a lo largo de los camellones del bulevar Revolución? ¿Se han puesto a analizar en manos de quién dejan a esos pobres e indefensos cachorritos? ¿Qué acaso no saben lo que sucede? Pues ahí les va, primero cuando recién llega al hogar lo tratan como a un rey, lo cuidan mucho y es el centro de atención; es más, hasta duerme dentro de la casa.
Al crecer, como ha perdido el encanto empiezan por maltratarlo, se les olvida darle de comer, cambiarle el agua, y acaban por echarlo a la calle. Es más, en ocasiones hasta lo desconocen! ¿Pueden creer eso?, llegan a olvidarse que existía y que era parte de su familia. Y es más, les voy a ser sincero, es época navideña y no ando de humor como para describirles la horrible vida que llevan en las calles. He visto mucho sufrimiento y lo peor es la frustración de no poder hacer algo serio y concreto al respecto. Así que sinceramente espero que el año que viene (2003) intenten ser un poco más cuidadosos y verifiquen muy bien a la familia que les pidió algún ser vivo, que les hagan saber que un regalo de este tipo es para toda la vida y no sólo de unos días.
Espero que me tomen en cuenta o de perdido no regalen cachorritos esta Navidad a gente irresponsable.
Con mis mejores deseos de que no pasen mucho frío y de que regresen bien a sus hogares, me despido.
Lucy Alvarado lucy6818@yahoo.com; Arturo Castañeda wolfschauze@ieee.org