Las personas de la tercera edad que pierden gradualmente su capacidad para mantener el equilibrio, podrían revertir gran parte de esa condición mediante un programa de ejercicios y de entrenamiento de equilibrio, según indica un estudio. De acuerdo con la investigación, en personas generalmente sanas hasta los 90 años, los ejercicios y el entrenamiento pueden reducir la tendencia de caerse hasta en un 50%. Cerca de una tercera parte de los ancianos tiene una caída cada año, resultando una de cada 20 caídas en una lesión mayor. Cada año, más de un cuarto de millón de estadounidenses se fracturan la cadera, lo cual se convierte en una inactividad prolongada, dolor, y, en un 10% de los casos, en la muerte. Las caídas y la movilidad dañada son problemas críticos para los ancianos, dice el doctor Leslie Wolfson, de la Universidad de Connecticut en Framington. El estudio de tres años del doctor Wolfson sobre la manera de reducir los riesgos de una caída, cubrió a 234 personas con un promedio de edad de 76 años. El estudio, dice el galeno, demostró que sin lugar a dudas el sedentarismo es un enemigo de la gente de la tercera edad y que la mejor manera de mejorarlo es mantenerse en movimiento, es decir, hacer ejercicio. Muchos ancianos, explica Wolfson, debido a que viven solos, fácilmente se deprimen y optan por una vida de sedentarismo, lo cual los vuelve más propensos a las caídas. El mensaje del estudio es inequívocamente claro: el sentido del equilibrio puede mejorar sustancialmente si los ancianos se dan la oportunidad a sí mismos de moverse.