LONDRES (Reuters) .- Flirtear con los colegas, intrigar contra el jefe y chismear sobre los compañeros de trabajo son algunos de los usos más habituales del Instant Messenger (IM) en las oficinas, según un nuevo sondeo publicado el lunes.
El intercambio de mensajes rápidos con otros usuarios de Internet se ha convertido en el pasatiempo más popular en el trabajo.
Al igual que pasó con el correo electrónico hace unos años, las empresas han introducido ahora la tecnología IM para que los trabajadores de las grandes compañías puedan conversar de forma rápida y barata. Sin embargo, la popularidad del IM tiene sus inconvenientes, dicen los expertos.
Como muchos usuarios creen que no pueden ser vigilados por el jefe, envían libremente mensajes que van desde crueles comentarios sobre el pelo de un colega a información delicada sobre importantes proyectos corporativos.
"Las empresas realmente no vigilan el intercambio de mensajes instantáneos", dijo Nigel Hawthorn, director europeo de mercadotecnia de Blue Coat Systems, una firma de seguridad en Internet que realizó el sondeo entre 300 compañías de Estados Unidos y Gran Bretaña, los dos mercados de IM más importantes del mundo.
"Si uno está inclinado sobre su ordenador y tecleando, ¿quién va a saber lo que se está escribiendo?", preguntó.
El predominio de las conversaciones personales deja a las empresas expuestas a filtraciones empresariales e incluso a demandas, dijo Hawthorn.
En el Reino Unido, el 65 por ciento de los 204 encuestados dijeron que usan el IM para cuestiones personales durante sus horas de trabajo, dijo el sondeo.
La mitad de las respuestas británicas admitieron utilizar un lenguaje abusivo en su Messenger; el 40 por ciento usó el IM para conspirar con compañeros durante reuniones o conferencias y casi una tercera parte confesó haber realizado "insinuaciones sexuales" en la fácilmente camuflada caja de diálogo.
Los encuestados en Estados Unidos, por su parte, dijeron tener una relación más convencional con su IM. Por ejemplo, menos de uno de cada cinco estadounidenses respondieron que utilizan el IM para comentar algo sobre un superior o flirtear.
Una explicación de esta disparidad es la noción de "Gran Hermano". Casi cerca del 60 por ciento de los encuestados británicos no creía o no estaba seguro de que sus conversaciones en el IM pudieran ser vigiladas por la empresa, mientras que el 71 por ciento de los estadounidenses creía - acertadamente - que los mensajes de IM pueden ser rastreados.