Hoy, se ha puesto de moda creer en ángeles guardianes. Incluso la empresa CBS destina la mejor hora de su programación dominical, inmediatamente después del ya célebre 60 minutos, a un programa sobre las historias de ángeles guardianes. No se les olvida incluir una angelita negra, por aquello de las demandas de discriminación racial.
Entonces, ¿por qué? Habría de sorprendernos que, encuestados los norteamericanos creen dos de cada tres que el diablo existe? Y es que esa sociedad está tan enfrentada a los horrores del mal, como los asesinos en serie, la pornografía infantil y los psicópatas que pululan por las calles, que ven en sus fenómenos sociales la reencarnación del mismísimo satanás.
Y cada secta de las cientos que hay en los Estados Unidos, ofrece a sus congregaciones su propia versión del demonio. Por ejemplo, los pentecostalistas con frecuencia hacen exorcismos rituales. Los bautistas les dicen a sus fieles que vean en los hijos de sus hijos y que si encuentran violencia y drogas, ahí está el diablo. Y, así sucesivamente todas las religiones.