Los entrenadores de atletismo, cantineros, abogados defensores, “disc jockeys”, ministros religiosos, vendedores, conferenciantes, cantantes, maestros y operadoras telefónicas tienen todos en común algo: el riesgo de contraer ronquera crónica. Ellos realizan una tarea muy pesada, al hablar constantemente y en voz alta, dice el doctor Hugh L. Morris, de la Universidad de Iowa. La ronquera crónica puede conducir a una condición permanente que un médico llama “el síndrome Bogart-Bacall”, la voz ronca, empedrada y de tono bajo que hizo famosos a los actores Humphrey Bogart y Lauren Bacall. Muchos famosos de Hollywood y ciertamente algunos músicos han maltratado mucho sus cuerdas vocales. Sin embargo, añade Morris, ahora la buena noticia es que la ronquera crónica, también conocida como laringitis crónica, casi siempre responde al tratamiento. Es extremadamente rara la persona que no puede recuperarse totalmente y aprender suficiente de su experiencia para prevenir recurrencias significativas y crónicas en el futuro. Ésa es la parte positiva de este desorden. Son verdaderamente corregibles hasta en un 95% de la gente que vemos. El abuso de la voz es el común denominador de la gente que sufre de ronquera crónica. En la única ocasión que una voz ronca es realmente preocupante es cuando sucede repentinamente y sin ninguna causa aparente, aclara Morris. Aparte del simple abuso, la otra causa de la ronquera crónica es el abuso esofagal, el fluido de ácidos estomacales hacia la garganta, concluye el galeno.