Un pequeño pelo de chimpancé no parece ser de mucha importancia. Los chimpancés pierden cientos de ellos cada día, como nosotros los humanos. Sin embargo, el ADN (ácido desoxirribonucleico) de estos pelos es básico para comprender su compleja vida social. Se sabe que los chimpancés forman alianzas entre medios hermanos para obtener poder y a menudo la ambición de los poderosos machos puede ser frustrada por sus subordinados.
A pesar de que muchos chimpancés pueden verse iguales, dentro de los pelos, se aprecian muchas diferencias moleculares, reflejo tal vez del nacimiento de nuevas especies. Un equipo de investigación acaba de demostrar que es posible utilizar un manojo de pelos de chimpancé para obtener información sobre su comportamiento y extrañas relaciones sociales que antes sólo podían identificarse después de años de observaciones en la selva.
En el estudio del doctor David Woodruff, de la Universidad de San Diego, se usó el ADN del núcleo de la célula del cabello para verificar las suposiciones de la investigación sobre un inusual patrón de comportamiento: la exogamia (patrón de procrear con distintas especies) femenina. Entre la mayoría de los mamíferos sociales, los machos jóvenes tienden a dejar el grupo en el que nacieron para encontrar una pareja y un territorio propio. Entre los chimpancés, es la hembra la que muchas veces deja el grupo, una actitud que tiene un impacto en la estructura social de ellos.