Al fin la ciencia ha encontrado una explicación para uno de los efectos obvios de beber demasiado: el abdomen cervecero. Los investigadores suizos reportan que cuando la gente bebe alcohol, sus cuerpos queman la grasa a un nivel mucho más lento que lo normal. Y cualquier grasa que no se elimine, se almacena en el abdomen, los muslos o cualquier otro sitio donde la gente por lo general acumula el sobrepeso. El estudio suizo sugiere que no es solamente la cantidad de calorías que contiene el alcohol lo que es engordador, sino la manera en que el metabolismo funciona cuando los individuos beben rutinariamente.
La investigación es un eslabón más que surge de la curiosidad científica de la razón para que alguna gente engorde y otra permanezca delgada. En esencia: la grasa es lo que engorda a la gente. Por supuesto, añade el estudio, no todo mundo que bebe va a engordar. Más bien depende de lo que coman. Los tomadores de cerveza y de whisky tienden a comer alimentos rápidos y fritangas. Los investigadores encontraron que el alcohol suprime el sistema del organismo de deshacerse de la grasa. La manera en que ocurre parece poco clara. El cuerpo puede preferir primero quemar el alcohol, o el alcohol puede tener algún otro efecto en los procesos metabólicos en el hígado. La forma en que se vea, es preferible siempre evitar el alcohol, incluso por compromisos sociales.