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LOS ÁNGELES, EU.- Aunque sabe muy bien que no tiene muchas posibilidades de ganar un Oscar, premio al que ya fue nominado en otra ocasión por Four Weddings and a Funeral, el actor inglés Hugh Grant toma las cosas con una actitud tranquila y filosófica.
Es por tal razón que no suele pensar (por ahora) en la suerte que le espera el próximo 11 de febrero, día en el que la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Hollywood dará a conocer los nombres de quienes estarán compitiendo por ganar el trofeo que se le entregará al Mejor Actor del Año.
"Es malo para la salud estar dentro de esta serie de competencias", explicó en tono de broma Grant.
"Aunque siempre es agradable saber que alguien aprecia lo que uno hace, llega un momento en el que la tensión emocional se vuelve demasiado fuerte como para poder soportarla. Ya pasé antes por una experiencia similar y pude sobrevivir a ella. No creo que me gustaría volver a repetirla, pero si tengo la suerte de recibir otra nominación (como se comenta) por mi trabajo en About a Boy, no tendré más remedio que hacer lo que me pidan los productores de la película".
Solo en América
"Creo que he podido encontrar el balance perfecto para mi carrera", dijo Grant al referirse a la forma en que divide su tiempo filmando distintos proyectos tanto aquí en Estados Unidos como en su natal Inglaterra.
"La primera vez que vine a trabajar a este país tuve una extraña sensación de soledad", recordó. "La verdad es que no fue una experiencia muy agradable. Me parecía que, de algún modo, sería difícil encontrar un nuevo motivo para regresar a este país. Me sentí como si fuera un chico huérfano que llega por primera vez a la casa donde viven las personas que lo han adoptado.
Es ridículo, pero recuerdo que estuve a punto de tomar un avión y regresar a Londres. Gracias a Dios que no lo hice. Yo mismo me hubiera cancelado la parte más importante de mi vida".
Atrapado dentro de una bochornosa situación que estuvo a punto de arruinarlo para siempre en términos artísticos, Hugh Grant considera que el escándalo que se creó alrededor de una prostituta a la que quiso "contratar" en los alrededores del bulevar Sunset sigue siendo como una horrible pesadilla de la que no desea volver a acordarse nunca.
"Prometí no volver a hablar jamás sobre ese tema", aseguró Grant. "Fue algo tan embarazoso que a veces creo que fue otra persona la que tuvo ese problema. Yo no entiendo, todavía, cómo fui capaz de sobrevivir a los ataques que recibí de parte de los periódicos, las revistas y la televisión de todo el mundo".
"Mi vida privada se canceló durante varios meses porque dondequiera que iba sentía que la gente me estaba viendo como si yo fuera un enfermo mental o un peligroso delincuente. La cantidad de tiempo que mi fotografía estuvo apareciendo en los diarios fue como un enorme y doloroso castigo para mi conducta.
Ahora agradezco mucho la generosidad con la que el público entendió toda esa situación y siguió yendo a ver mis películas. Gracias a eso pude seguir trabajando. Lo único que no pude salvar fue la relación que tenía con Elizabeth Hurley. Después de varios años todavía lo sigo lamentando".
Del drama a la comedia
Convertido en uno de los mejores actores que por estos días tiene el cine de comedia, lo mismo en Estados Unidos que en Inglaterra, Hugh Grant quiso primero ser un intérprete dramático. Su encuentro con el humor se produjo, dice él, "de forma puramente accidental".
"Siempre tuve el sueño de seguir los pasos de Laurence Olivier, Richard Burton y Peter O’Toole", dijo Grant.
"Me parecía que ellos y las producciones fílmicas en que aparecían eran el ejemplo más grande que yo podría seguir. Yo nunca me propuse ser un comediante. Llegué a esta clase de películas porque por pura casualidad acepté sustituir a un amigo mío en una pequeña cinta humorística. Fue tan interesante la experiencia, y tan divertida, que quise volver a repetirla tan pronto como fuera posible".
"Al principio lo hice como si fuera un juego. Poco a poco, sin quererlo, empecé a participar cada vez con mayor frecuencia en filmes de comedia".
Grant agrega: "El inesperado éxito que tuvimos con la película Four Weddings and a Funeral sirvió para darle a mi carrera la dirección que ahora tiene. Eso no quiere decir que ya no me interesan las historias dramáticas. Trato de volver a ese género cada vez que puedo".
"Lo que sucede", dice como en una meditación, "es que son muy pocos los productores que piensan en mí cuando tienen en sus manos un guión ‘serio’. La verdad es que no quisiera estar limitado a un solo estilo de filmes. Me interesa, por ejemplo, combinar lo que hice en dramas tan fuertes como Sense and Sensibility, Remains of the Day y Nine Months y las comedias Notting Hill, Bridget Jones’s Diary, Mickey Blue Eyes y About a Boy. En un mundo perfecto podría yo ir fácilmente de un género a otro sin ningún problema".
Ilusiones pasajeras
Con respecto al sitio que la fama y la popularidad ocupan dentro de su vida personal, Hugh Grant entiende muy bien qué tan fundamental es para él mantener una relación "saludable" con el público que acostumbra ver sus películas.
"No me parece molesto e incómodo saludar a la gente que me encuentro cuando voy a un restaurante o al supermercado. La gente de cine suele tener ideas un poco equivocadas acerca de esto. Muchas veces, los artistas pensamos que no somos iguales a otras personas. Se trata de una ilusión pasajera, sencillamente, porque cuando se deja de triunfar y aparecer en las revistas y publicaciones de espectáculos nadie recuerda con claridad los títulos de las cintas en las que aparecimos como estrellas".
"Yo no quiero pasar por una situación como ésa. Prefiero tener buenos amigos y ser el más ‘popular’ entre ellos. Fuera de ese estrecho círculo de personas a las que quiero mucho, soy igual de anónimo que cualquier otro individuo. Me siento muy a gusto sabiendo esto".
Grandísimo soltero
El eterno aspirante a estrella dejó de ser un simple candidato. El actor inglés Hugh Grant está en su mejor momento tras el estreno de About a Boy (Un Gran Chico) donde encarna a un fanático de la soltería.
-Es un inglés grande que cumplió 42 años y parece de 20. El mismo que en sus papeles siempre sufría de amor, como cuando se obsesionó con Andie McDowell en Cuatro Bodas y un Funeral (1994) y se enamoró de una estrella inalcanzable como Julia Roberts en Notting Hill (1999).
-Hugh Grant conoció a Liz Hurley en 1987 cuando estaba partiendo con papeles chicos para la televisión.
-Aunque no es un hombre de dramas, uno de sus primeros papeles en el cine fue para Roman Polanski y su Perversa Luna de hiel (1992).
-Siguió haciendo roles secundarios en dramas de época como Lo que Queda del Día (1993) y Sensatez y Sentimientos (1995), hasta que Cuatro Bodas y un funeral que había hecho un año antes, lo clasificó como, la promesa de la comedia inglesa. Un año después del escándalo con Divine Brown apareció en Nueve Meses con Julianne Moore y Robin Williams, pero recién en 1999 volvió a ser bien criticado en Notting Hill y Mickey ojos azules.
FUENTE: Agencias.