LONDRES, INGLATERRA.- El ex Beatle Paul McCartney, que realiza una gira mundial de un año que abarca Estados Unidos y Japón, tendrá que mantener bajo el volumen de su música al llegar a Roma en mayo para no molestar al anciano Papa.
"Nos lo han advertido", dijo el portavoz de McCartney, Geoff Baker, desde Barcelona, donde McCartney apenas ha completado un tercio de la etapa europea de 30 conciertos de su gira mundial.
Baker agregó que como deferencia para el Papa, de 82 años, los organizadores de la gira de McCartney estaban considerando bajar el volumen de la música y eliminar algunas de las canciones de rock and roll más ruidosas del repertorio de los Beatles.
"Uno puede tocar Back in the USSR a medio volumen", explicó.
Baker comentó que algunas de las canciones más estridentes podrían remplazarse por baladas en el concierto, que tendrá lugar junto al Coliseo el 11 de mayo.
La advertencia, dijo, no provino del Vaticano mismo, sino de los promotores de la gira en la capital italiana.
Sin embargo, un reportero de Reuters en Roma dijo que ha habido varios conciertos cerca del Coliseo, y ninguno había causado crítica por parte del Papa.
La gira de McCartney, denominada Back In The World (De Regreso en el Mundo), comenzó en California el uno de abril, 2002 y ya ha recorrido Canadá, México y Japón.
La etapa europea incluye Francia, España, Italia, Gran Bretaña, Bélgica, Alemania, Rusia, Hungría, Austria, Holanda e Irlanda.
Ringo lanza nuevo disco
Ringo Starr lanzó al mercado su más reciente producción musical, "Ringo Rama", pero el ex Beatle insiste en que lo que más disfruta es tocar en vivo.
"Algunas veces es el mejor viaje espiritual en el que uno pueda embarcarse", dijo Starr. "Ciertas noches no hay nada mejor que eso. Por eso me siento bendito cada vez que puedo sostener los palillos".
Su nuevo álbum, que incluye un tributo a su ex compañero de banda George Harrison, sale al mercado tras un período de intensas pérdidas para el baterista. Su primera esposa, Maureen, murió en 1995. Tres años después su amiga Linda McCartney falleció, y Harrison murió en el 2001.
Pero Starr, quien se sometió a tratamiento antidrogas en la década de los ochenta, afirma que ha aprendido a apreciar las cosas más simples la vida.
El músico continúa de gira con su banda All-Starr, pero también dedica tiempo para escribir, pintar, arreglar el jardín o comprar flores con su esposa, la actriz Bárbara Bach.
"Trato de que las cosas no me descontrolen la vida", dijo Starr. "No intento controlar el mundo. Pienso que despertarse por la mañana es el logro más importante".