17 septiembre 2003
Ciudad del Vaticano, (EFE).- Juan Pablo II, que reapareció hoy en público tras su fatigosa visita a Eslovaquia, mostró una ligera mejoría y, con aspecto aún cansado, pudo leer toda la catequesis de la audiencia y saludar en numerosos idiomas, entre ellos español.
El Papa se desplazó desde su residencia de Castel Gandolfo, a 33 kilómetros al sur de Roma, hasta la plaza de San Pedro para la tradicional audiencia pública de los miércoles, a la que acudieron unas 15.000 personas.
Con un mejor aspecto que el mostrado en Eslovaquia, donde tuvo graves problemas para desplazarse y hablar, Juan Pablo II leyó toda la catequesis con voz clara, aunque en algunos momentos se hizo débil, como si le costase respirar.
Además de la catequesis, que pronunció en italiano, también leyó resúmenes de la misma en español, portugués, francés, inglés y alemán y después saludó en polaco, esloveno, húngaro, lituano y de nuevo en italiano.
Estas lecturas evidencian que los dos días de reposo tras el viaje le han servido para recuperar fuerzas, dentro de sus limitaciones físicas.
Durante su visita a Eslovaquia no pudo leer los discursos previstos, ya que le faltaba el aire, tenía un hilo de voz y temblaba, lo que alarmó a la opinión pública mundial y a los eslovacos, muchos de los cuales hicieron plegarias en las iglesias de Bratislava por su salud. Durante la catequesis de hoy Juan Pablo II dijo que su viaje a Eslovaquia ha confirmado la fidelidad de este pueblo centroeuropeo a Cristo y a la Iglesia.
"Confiado en el futuro, ofrece una valiosa contribución a la construcción de Europa. Por ello les he pedido que sean fieles testigos del Evangelio y que cultiven una libertad madura. He alentado a los obispos a seguir promoviendo la vida cristiana y he beatificado a dos mártires de la persecución comunista", añadió el Papa. Juan Pablo II también recordó que les pidió la defensa de la familia.
Respecto al régimen comunista, que criticó durante la visita, hoy volvió a llamar al periodo entre 1948 y 1989 que duró, "años negros de aislamiento".
También hizo una reflexión sobre el deporte ya que en la plaza de San Pedro se congregaron medio centenar de dirigentes de la Federación Italia de Fútbol (FIGC) y numeros árbitros de la primera y segunda división.
"Deseo una vez más que el deporte siempre sea un gimnasio de auténtica formación humana, inspirado en los valores éticos y espirituales", manifestó el Papa.
A la audiencia asistieron fieles de España, de México y de Chile a los que animó, en español, a anunciar "valientemente" el Evangelio, "dando testimonio con vuestra vida santa".
Tras la audiencia, el Papa regresó a Castel Gandolfo, donde permanecerá hasta el 26 de septiembre.