02 junio 2003
Ciudad del Vaticano, (EFE) - El Papa Juan Pablo II recibió hoy en el Vaticano al secretario norteamericano de estado, Colin Powell, con quien analizó la llamada "Hoja de Ruta", el plan de paz para Oriente Medio, así como la reconstrucción de Iraq y la situación en Africa.
El Papa expresó su deseo de que "gracias" a ese plan, que contempla la creación del estado palestino, "los dos estados, Israel y Palestina, puedan finalmente gozar de la misma seguridad y la misma soberanía".
Así lo manifestó el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, tras la visita de Powell, la primera de un alto cargo de la Administración Bush tras la guerra de Irak, a la que se opuso de manera radical la Santa Sede y que enfrió las relaciones entre EEUU y el Vaticano.
"Entre los temas tratados se ha hablado de la reconstrucción material y política de Irak, la que cual debe contar con la cooperación de la comunidad internacional, y prestar particular atención a los derechos fundamentales, como el derecho a la libertad religiosa", dijo Navarro, destacando la importancia que el Vaticano sigue dando a ese país que acaba de salir de la guerra.
Juan Pablo II y Powell también hablaron de las "nuevas perspectivas" de paz que la llamada Hoja de Ruta ha abierto en Tierra Santa y en toda la región de Oriente Medio.
"Gracias a ella se desea que los dos Estados, el israelí y el palestino, puedan finalmente gozar de la misma soberanía y la misma seguridad", añadió Navarro, que contó que también se habló de la situación en Africa, "en particular sobre la lucha contra las enfermedades epidémicas".
El Vaticano resaltó la ayuda asistencial y caritativa que la Iglesia Católica presta en el continente negro.
Colin Powell habló a solas con el Papa durante media hora. Tras la entrevista, celebrada en la biblioteca privada del Papa en un ambiente de "cordialidad", se reunió con el cardenal Angelo Sodano y con el "ministro de exteriores" de la Santa Sede, el arzobispo Jean Louis Tauran.
En total, la estancia Powell en el Vaticano, que había levantado gran expectación, duró algo más de hora y media.
Powell llegó a Vaticano "no para pedir excusas" por la decisión de su país de atacar Irak, según dijo en su país antes de emprender viaje a Europa, sino para ilustrar al Pontífice del plan para normalizar la convivencia en Oriente Medio tras años de guerra y para hablar de la reconstrucción de Irak.
Esta visita supone el "deshielo" de las frías relaciones entre ambos estados, que alcanzaron su momento más tenso en los días previos al comienzo de la guerra, cuando el Vaticano llegó a decir que los que habían apostado por la guerra tendrían que responder ante Dios, sus conciencias y la historia.
Para evitar el conflicto, que el Papa consideró una derrota para la humanidad, el Vaticano desplegó una fuerte acción diplomática y movilizó a toda la Curia.
El Vaticano siempre estuvo de la parte del pueblo iraquí, afirmando que la guerra sólo serviría para causar más daño a una población extenuada tras trece años de embargo.
El Papa envió recientemente al arzobispo Paul Cordes para que analizase "in situ" las necesidades de los iraquíes y como la Iglesia Católica puede ayudarles.
Antes de entrevistarse hoy con el Papa, Powell se reunió en Roma con su colega italiano, Franco Frattini, con quien analizó también la Hoja de Ruta y se mostró optimista respecto a la próxima cumbre de Aqaba, en Jordania, entre el presidente de EEUU, George Bush, y los primeros ministros de Israel, Ariel Sharon, y Palestina, Abu Mazen.
"Esperamos que salga una declaración positiva", dijo Powell, quien resaltó como algo muy positivo el hecho de que Sharon haya hablado de "ocupación" en referencia a los territorios ocupados.
"Es la primera vez que es escuchado esa expresión, que prueba que cualquier forma de ocupación crea una situación insostenible", dijo Powell.
La audiencia del Papa a Powell se produjo pocos minutos después de que Juan Pablo II recibiera al nuevo embajador de Israel ante la Santa Sede, Oded Ben Hur, que le presentó sus cartas credenciales.
Juan Pablo II dijo ante el diplomático judío que el conflicto israelí-palestino sólo será resuelto cuando existan dos estados, el israelí y el palestino, independientes y soberanos.
Agregó que los dos pueblos están llamados a convivir uno al lado del otro, en libertad, soberanía y respeto mutuo y mostró su satisfacción por el hecho de que el Gobierno de Israel haya aprobado la "Hoja de Ruta".