SUN-AEE
MÉXICO, DF.- Tocar la piel, acariciarla, reconocerla, explorarla, es en sí mismo un gran placer que no termina necesariamente en un coito.
Un tocamiento, una caricia, un beso pueden ser la invitación para un encuentro sexual y sensual, pero también el principio de una sesión de afecto y ternura que tanto nos alimenta como seres humanos, y que de manera muy especial disfrutamos las mujeres.
Démonos la oportunidad de acariciar al otro, a la otra, sin presiones, sin prisas, sin celulares encendidos, con la televisión apagada. Única y exclusivamente dejemos que primero nuestros ojos recorran la geografía de vida que representa una piel. Admiremos. Miremos.
Después podemos identificar los diferentes olores, ¿cuáles le gustan más? La piel ofrece muchos sabores, dulces, aciditos, ¿ya logró diferenciarlos? Tocar, estrujar, oprimir, sobar, frotar, lamer, morder, existen muchas formas de acercar la piel.
No es necesario tener la experiencia de una (un) masajista oriental, para acariciar ese cuerpo con el que hemos elegido estar. Dejemos que nuestras manos satisfagan su curiosidad, dejemos que se muevan con libertad.
Tampoco es necesario tener un cuerpo de concurso para ser acariciados, nuestra piel hablará de nuestra historia, y nuestras formas no son motivo de discriminación, gordos (as) y flacos (as), blancos (as) y morenos (as), con cicatrices o sin ellas, con mucho vello o con poco, todos podemos experimentar ternura, placer y afecto si nuestro cuerpo es tocado con esa intención.
La intimidad que se puede lograr en sesiones de caricias en ocasiones llegan a ser tan reconfortantes, como aquellas en donde el orgasmo volvió a reinar. “Cuanto más se acaricia una piel, más sensible de vuelve”, así que este puede ser el momento de empezar un buen entrenamiento.
Dos sugerencias finales, no olvide que la limpieza personal es muy recomendable para cualquier momento de nuestras vidas, particularmente en los encuentros sexuales, esto ayudará a no afectar la salud de nuestra pareja.
Por otro lado, sería muy recomendable que se buscara crear una atmósfera agradable, un espacio que les de seguridad y confort. Ayudan a relajarnos las luces tenues, la ropa de cama limpia, los aromas gratos y la música de su predilección. Aunque pensándolo bien, qué le parecería empezar con un rico baño juntos. El agua tibia, las caricias con jabón, ¿no estaría mal, verdad?