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LONDRES, ING.- Prefiere la sidra a la cerveza, le gusta ver televisión con sus amigos y está aprendiendo swahili. Revelaciones que quizás no sacudirán al mundo, pero que toman realce hoy que el príncipe Guillermo de Windsor cumple los 21 años, la mayoría de edad.
Desde la muerte de su madre, la princesa Diana, William ha estado resguardado de la intensa vigilancia de la prensa. Sin embargo, en un indicio de que las reglas podrían cambiar a partir de este sábado, los diarios británicos publican ya innumerables informaciones acerca del príncipe, con lo cual han puesto fin a la moratoria que se habían impuesto acerca de su vida privada.
Los titulares sensacionales, los informes de que salía con una bella chica de 20 años, y las conjeturas de que planea vivir en Nueva York y que no tiene intenciones de convertirse en rey, han generado preocupación en los círculos allegados a la realeza, ante la posibilidad de que William se vea acosado por la misma prensa sensacionalista que persiguió a su madre.
“En más de un sentido, el futuro de la monarquía en este país está en manos de los editores de esa prensa”, señaló Bob Houston, director de la revista Royalty.
En un esfuerzo por calmar la sed de noticias de la prensa sobre el príncipe, la oficina de su padre, el príncipe Carlos, organizó el mes pasado una entrevista poco común con la Press Association, la agencia nacional noticiosa británica.
La conversación informal y la correspondiente sesión de fotografías se realizaron en la Universidad de San Andrés, en Escocia, donde William estudia para obtener una licenciatura en historia del arte.
La entrevista reveló realmente poco, pero algunos fragmentos de su vida como estudiante fueron ampliamente publicados en los diarios británicos.
Al mismo tiempo, empero, Willam aprovechó la entrevista para pedir a los medios de prensa que respeten su vida privada. “Los medios han sido muy buenos... y espero que eso continúe así”, señaló el príncipe.
La princesa Diana fue blanco de una intensa persecución de la prensa y durante casi 20 años apenas estuvo ausente de los titulares.
En una amarga despedida en su funeral, su hermano, el duque de Spencer, culpó a los periodistas de haber perseguido a Diana hasta su muerte en un accidente de automóvil ocurrido en París en 1997, al señalar que “siempre creí que la prensa la mataría al final”.
La muerte de Diana dio paso a una nueva era en la cobertura de la realeza, en la que los medios otorgaron a sus dos hijos, William y Harry, una privacidad sin precedente.
Cuando William cumplió 18 años y comenzó a estudiar en la universidad, los periódicos acordaron de mala gana continuar con esa política a cambio de sesiones fotográficas oficiales y entrevistas en ocasiones importantes.
Aunque la entrevista del mes pasado satisfizo temporalmente a los medios de prensa, el acuerdo informal se encuentra en tensión debido a que existen quejas en el sentido de que el Palacio de Buckingham no ha dado suficiente información sobre el príncipe.
“El acuerdo como tal se encuentra ahora mismo en veremos”, señaló un periodista que cubre a la realeza y que habló bajo condición de permanecer anónimo.
“Se tenía planeado que esto continuara hasta que (William) cumpliese los 23 años, pero hay mucha frustración de la prensa con la incapacidad del Palacio Real de cumplir con su parte del trato. El acceso a William ha sido mínimo desde que entró a la universidad”, añadió el periodista.
Hasta la sesión fotográfica del mes pasado, la primera que se lleva a cabo desde que comenzó sus estudios universitarios hace dos años, los diarios han optado por presentar instantáneas de William, tomadas a la entrada de un supermercado en la población medieval universitaria de San Andrés, o mirando un partido de rugby.