Retirada por unas semanas de la escena nacional como una estrategia evidentemente política, la señora Marta Sahagún reapareció una vez que se concluyó el proceso electoral del pasado día seis; y lo hizo mediante la publicación de un texto en el que reflexiona precisamente sobre las elecciones, respecto de las cuales, de una manera destacada, señala que el abstencionismo que se dio en ellas es ?preocupante y elocuente?.
Desde luego que ambos calificativos son válidos ante los resultados que arrojó ese proceso. Pero no sólo, como sostiene Marta, porque representa un retroceso en la participación ciudadana, sino porque la elocuencia con la que ese abstencionismo habla entraña un rechazo a la forma en que partidos y gobierno se han venido comportando en los últimos años; de manera especial, por la incongruencia de la administración encabezada por Vicente Fox y la falta de ética y bajo nivel con que lo hacen los partidos.
El presidente Fox se mostró incongruente y obcecado al mantener la publicidad oficial y realizar ostensiblemente propaganda a favor de los candidatos panistas, cuando que siendo candidato invariablemente criticó y exigió que el Ejecutivo federal dejara de intervenir en los procesos electorales y de publicitar las obras de gobierno. Lo anterior sin olvidar que su gobierno gastó miles de millones de pesos en esa publicidad, habiendo tantas carencias en México.
A su vez, los partidos políticos y sus candidatos hicieron caso omiso de los llamados del pueblo para que realizaran campañas de altura, propositivas y apegadas a la ética política y lo único que lograron con ello fue que los electores se alejaran de las urnas, como una forma de manifestar su repudio a ese tipo de conductas; por lo que ahora el ciudadano común duda fundadamente de que los nuevos diputados, sus partidos y el gobierno puedan desarrollar una política de consensos. Pues si no fueron capaces de hacerlo antes, no puede esperarse que lo hagan ahora que la oposición es mayoría en el Congreso de la Unión.